Dijo Buda que “la vida es sufrimiento”. También que “el sufrimiento es resultado de los deseos y la ignorancia” y que se puede superar si seguimos el “Noble Camino” que pasa, entre otras cosas, por “actuar correcto”.
Estos principios básicos que Buda predicó en su primer sermón parece que todavía no los tenía del todo interiorizados este monje budista de Suphaburi, en Tailandia, que fue expulsado de su congregación por su más que dudosa conducta.
La semana pasada, según la información recogida por Metro, el propietario de una lavandería local, Kittisak Khajornnetikhum, echó en falta varias prendas interiores de su mujer y su hija que había dejado a secar en la parte trasera del establecimiento.
Con las manos en la masa
Extrañado por el suceso optó por revisar la grabación de las cámaras del circuito cerrado que tiene en su local y se llevó una gran sorpresa cuando descubrió que el responsable del hurto era un monje budista.
En la grabación se puede ver a Theeraphap Worradilok, de 49 años, con su túnica naranja, guardándose hasta seis bragas en su bandolera después de sacarlas del tendal.
“Es bastante divertido y nos conmueve, así que no queremos armar un escándalo. Pero lo correcto es que lo atrapen por esto”, dijo el dueño de la lavandería, precisando que “lo más importante es que otras mujeres estén advertidas, por eso hemos informado”.
No tomaba su medicación
En cuanto el superior de la congregación se enteró de lo sucedido decidió expulsar al monje sin miramientos, explicando que acababa de dejar una medicación y eso podría haberle afectado a su conducta, pero reiterando que no podía dejar que "manchase el nombre del templo".
Esto fue confirmado por la propia policía, que continuará con la investigación para encontrar al monje, ahora en paradero desconocido, y presentar contra él cargos por robo.