Recibir un paquete de Amazon siempre alegra el día, aunque si no lo has pedido puede descolocarte bastante. Pero a caballo regalado no le mires el dentado, y si nadie te lo reclama, pues eso que te llevas. Sin embargo, cuando el número de paquetes no encargados empieza a ser elevado, puedes sentirte en medio de una misteriosa y surrealista conspiración para regalarte cosas. Y en parte tendrás razón.
Hace unas semanas conocimos el caso de Tim Miller, de Detroit, quien durante meses ha estado recibiendo paquetes de Amazon que nunca había encargado y que no podía devolver. Ni la empresa ni la policía le pudieron ofrecer ninguna solución, más allá de quedarse con lo recibido -ya que no los tenía que pagar- y la promesa de la policía de hacer la vista gorda en caso de recibir algo ilegal. Su gran drama es que de todo lo recibido -en su mayoría complementos para móviles- lo único en lo que estaba interesado son unos cascos inalámbricos que, para su desesperación, no podía usar por ser de color rosa (debe ser muy machito el hombre).
No es el único caso. Ahora hemos conocido el drama de Mike y Kelly Gallivan, quienes también están recibiendo misteriosos regalos. Desde el pasado mes de octubre han recibido 25 paquetes con memorias USB, ventiladores, humidificadores y otros paquetes de valor relativamente bajo. Al principio les hizo gracia, pero con el tiempo les ha comenzado a dar un poco de yuyu esto de recibir paquetes. Los envíos se realizaron con una tarjeta regalo, por lo que no había información de quién había realizado pago.
El mercadeo de reseñas de Amazon, la razón más evidente
¿Qué hay detrás de estos misteriosos envíos? Quién sabe, igual hay un mecenas muy aburrido que ha buscado una dirección aleatoria en Google Maps y ha decidido hacerles regalitos, sin embargo lo más probable es que todo esto se deba a algo mucho más mundano: las reseñas falsas de los productos de Amazon.
La operación funcionaría así: el regalador misterioso compra el producto y lo envía a una dirección aleatoria que no se le pueda vincular a él, y una vez recibido puede escribir una 'reseña verificada', que únicamente se pueden añadir a productos que has comprado y a las que se le da un mayor valor que las normales, con mayor visibilidad.
La importancia de las reseñas en la red es cada vez mayor, por lo que hay quien ha logrado sacarle partido creando reseñas falsas que valoran bien productos y locales -esto no es algo exclusivo de Amazon, también ocurre en la AppStore, TripAdvisor, o Google Maps, esencialmente en cualquier tienda online-. Una búsqueda en el buscador revela cientos de páginas que ofrecen estos servicios.
Un buen ejemplo de cómo ganarse la vida así es Todd Rutherford, quien llegó a facturar 25.000 dólares al mes realizando reseñas falsas. Trabajaba en una agencia de promoción de libros autoeditados y se cansó de perseguir a periodistas para que leyeran el libro, Todd decidió comenzar a escribir comentarios en tiendas como Amazon sobre el libro a petición del cliente, cobrando 75€ por publicación y nació la web GettingBookReviews.com. Pronto tuvo que comenzar a ofrecer packs -20 reviews por 400€- y llegó a facturar 25.000€ mensuales, hasta que una clienta descontenta le desenmascaró, Google le retiró la publicidad y Amazon le vetó.
Amazon y otras compañías hacen lo que pueden para tratar de evitar este tipo de actividades, si bien es verdad que por cada página web que consiguen cerrar y cada usuario que bloquean, aparecen tres nuevos.
“Estamos investigando las consultas de los clientes que han recibido paquetes no solicitados, ya que esto viola nuestras normas", explican a EL ESPAÑOL desde Amazon. "Hemos confirmado que los vendedores involucrados no recibieron nombres ni direcciones de envío de Amazon. Eliminamos a los vendedores que violan las normas, retenemos los pagos y trabajamos con la policía para tomar las medidas adecuadas”
Parece complicado que sea una guerra que vayan a poder ganar a corto plazo, pero al menos si comienzas a recibir paquetes no solicitados, puedes quedarte tranquilo: no hay nadie que te quiera asesinar (probablemente), solo quieren falsear la valoración de un producto.