Ya está aquí, otro martes 13 en el que saldrás de casa con casco, atento a ver desde qué ángulo te va a atacar la mala suerte, pero en el que lo peor que te va a pasar es que alguien en la oficina no va a parar de repetir el gag de las empanadillas de Móstoles. Eso sí, mañana miércoles 14 saldrás a la calle tan tranquilo solo para descubrir que es San Valentín. Y la mala suerte era el martes, malditos.
"En martes 13 ni te cases ni te embarques", dicen, y deberían añadir "ni defiendas Constantinopla". La segunda cruzada fue un fiasco importante en la que poco se consiguó y en el que los aliados cristianos protagonizaron sonadas peleas entre ellos, como el sitio de Constantinopla de 1204. Fueron diversas las razones que llevaron a este enfrentamiento, como las tensiones entre la iglesia romana y la ortodoxa o el no pago por parte de Bizancio de unas cantidades acordadas. La cuestión es que el 8 de abril los cruzados iniciaron el sitio de la ciudad y lanzaron varios ataques.
Lío con la caída de Constantinopla
Y aquí fue donde se juntaron todos los elementos necesarios para una buena supertición. Constantinopla se rendiría el martes 13 de abril de 1204. Los cruzados nombrarían emperador a Balduino I, dando comienzo al Imperio Latino de Bizancio en el que la población ortodoxa sería discriminada.
Saltando dos siglos en el tiempo, este hecho se mezclaría en el imaginario de muchos con la caída de Constantinopla ante los otomanos -que significaría el final definitivo del Imperio Romano, algo bastante apocalíptico en su momento-, que se daría el 29 de mayo de 1453, martes según el calendario juliano de la época. Aquí hay que añadirle un eclipse, fuertes lluvias que impidieron la llegada de refuerzos a la ciudad y ¡zas! el martes 13 trae mala suerte. Y eso que en la época no había vídeos conspiranóicos en YouTube.
El martes y el 13 ya tenían mala fama antes
Pero lo cierto es que tanto el martes como el 13 eran un día y un número que ya caían mal.
En Grecia y Roma, el segundo día de la semana estaba consagrado al dios de la guerra, Hades y Marte (nunca dirías de dónde viene la palabra martes), algo que para muchos indicaba mal augurio. Por si fuera poco, otro aspecto de la mitología también asociaba los martes al mal rollo, ya que es el día en el que nació Tifón, una divinidad griega que trató de enfrentarse a Zeus por haber eliminado a los Titanes.
En cuanto al 13, 13 eran los asistentes a la Última Cena. Se trata de un número que se repite en momentos infaustos de distintas mitologías, por ejemplo, el Anticristo llega en el decimotercer versículo del Apocalipsis y Loki -dios nórdico del mal y villano de Marvel- era el decimotercer invitado a la cena de los dioses en el Valhala. Además, la carta número 13 del Tarot es la muerte. Incluso hay quien asegura que la confusión de las lenguas de la Torre de Babel se dio un martes 13.
El 13 de octubre de 1307, Felipe IV de Francia ordenó la captura y enjuiciamiento de un grupo de caballeros templarios que más tarde serían ejecutados. Ese 13 de octubre, sin embargo, no era martes, era viernes, y es una fecha que explica por qué en otras culturas es el viernes 13 el que se asocia con la mala suerte.
Al menos en España una generación entera asocia esta infausta fecha a una empanadilla haciendo la mili en Móstoles:
¡Feliz martes 13!