Decimos que alguien es un Robin Hood cuando emplea métodos no muy ortodoxos y fuera de la ley para reportar un bien a su comunidad. Este héroe, que ha llenado la pantalla y la literatura, se inspiró en la figura de Robin Longstride o Robin de Locksley, un forajido que vivía escondido en los bosques cercanos a Nottingham.
Pues bien, de vez en cuando nos topamos en pleno siglo XXI con uno de estos 'héroes' cuya historia, al menos, se sale de lo convencional, como la de Thomaz Vieira Gomes, un delincuente que se hace llamar 2N y que pertenece al Comando Vermelho, una organización criminal brasileña que se dedica al narcotráfico.
Su hazaña, que según los medios locales sucedió el pasado 27 de enero, consistió en secuestrar a dos enfermeras y robar medicamentos para que estas pudiesen vacunar a los habitantes de la favela de Salgueiro, una de las más pobres de Río de Janeiro.
Gomes capitaneó el grupo de delincuentes que llegaron en dos coches hasta el puesto de salud Itaúna I, donde robaron todas las jeringuillas y vacunas que pudieron, y se llevaron a las dos trabajadoras del turno de noche, sin usar la violencia.
Contra la fiebre amarilla
Al llegar a la favela, Gomes y su cuadrilla obligaron a las enfermeras a pasarse varias horas vacunando a los vecinos para que no se contagiasen de la fiebre amarilla. Las dos mujeres explicaron, una vez liberadas, que en ningún momento habían sido violentos con ellas y que les explicaron que los habitantes de esa comunidad no habían tenido acceso a las jornadas de vacunación estatal, que terminaban ese mismo día.
Brasil lleva meses plantándole cara a una epidemia de esta patología que ha dejado decenas de muertos en todo el país. Aunque el Ministerio de Salud decidiese vacunar a millones de personas para contenerla muchas personas sin recursos no han podido recibir la atención sanitaria necesaria.
Un servicio público
Al viralizarse la noticia, el exministro y exsecretario de Medio Ambiente, Carlos Minc, que actualmente ejerce como diputado, publicó en su Twitter que, a pesar de ser un “facineroso”, Gomes había realizado un “servicio público”.
Por su parte, la Secretaría Municipal de Salud abrirá un proceso administrativo para estudiar la denuncia de las enfermeras y las autoridades locales han ofrecido unos 3.000 dólares por cualquier información que pudiese ser útil para capturarlo.