Cuando caen en nuestras manos historias como la de este profesor de Ghana siempre nos pasa por la mente, aunque sea solo un microsegundo, la impresión del poco valor que le damos a las muchas cosas que tenemos en el llamado primer mundo.
La escuela rural donde ejerce este hombre, que se llama Owura Kwadwo, no tiene ordenadores, pero él no ha querido renunciar a instruir a sus alumnos en el uso de procesador de texto Word y ha tenido que agudizar el ingenio (y la tiza) para poder dar su clase.
Las fotos que captaron el momento en el aula fueron publicadas por el profesor en su cuenta de Facebook y ahora su historia se ha hecho viral. “Amo a mis alumnos, así que tengo que hacer lo que haga falta para que entiendan lo que les estoy explicando”, afirma.
Casi un millar de veces se ha compartido el post, que cuenta además con más de un centenar de comentarios. Entre ellos, los de algunas personas que se han ofrecido a ponerle fin a la situación en la escuela, donando equipos informáticos para que la pizarra de Owura se llene de letras, números y cosas bonitas.