Aunque todo el mundo sabe que los reyes de Internet son los gatos, de vez en cuando aparece un perrete que les hace sombra. Y es que los mininos son incapaces de seguir ciertas reglas a no ser que tomen la decisión de hacerlo cuando los astros se alineen; sin embargo, los perros son fieles hasta para dejarnos quedar bien con una cámara delante.
Con un hambre voraz que no tiene fin, todo aquel que convive con uno de ellos sabe que la comida es la mejor de las recompensas y, por lo tanto, el chantaje perfecto para que realicen todo tipo de numeritos ensayados, como el de este amigo (o amiga) que está revolucionando las redes.
Es muy habitual que uno de los juegos más utilizados para el adiestramiento canino sea el del trilero. Colocamos varios recipientes iguales boca abajo, escondemos un premio dentro de uno de ellos y los movemos aleatoriamente para intentar despistar.
Pero a este caniche no se le escapa una y bajo su aspecto de nubecita se esconde un auténtico profesional que bien podría desesperar a los trileros más expertos. Eso sí, con premio comestible de por medio.