La vida en Rusia es mucho más emocionante que en cualquier otro punto del planeta, gracias, principalmente a los rusos. El país más grande del mundo nos ha dado historias locas como la del borracho que robó un tanque para robar una botella de vino. Vivir en un país así es una montaña rusa constante (#ChisteFácil).
Solo así se explican estampas como la siguiente: la de un joven que disfruta tranquilamente de un café... con un autobús en llamas de fondo. Y es que los rusos son como los de Bilbao, pero a lo bestia.
El incidente tuvo lugar el pasado 7 de marzo, cuando el autobús comenzó a desprender humo de la zona del motor y a continuación a arder. No hubo heridos y poco después los bomberos llegaron para controlar el incendio:
Con todo, la calma de chico es digna de un monje shaolin o de un maestro Jedi.
Sucedió en Krasnoyarsk, una ciudad al norte de la frontera con Mongolia y con un millón de habitantes. Y, aparentemente, muchos incendios. Probablemente estuviera a gusto y calentito, como quien se sienta al lado de la chimenea a leer un rato.