Todos podríamos enumerar al menos un juego o juguete de nuestra infancia que hoy estaría prohibidísimo (y, de hecho, lo están). Se nos vienen a la cabeza, por ejemplo, aquellos kits de química con decenas de sustancias cuando menos peligrosas en las manos de unos niños.
Tampoco los pequeños de ahora tendrán en sus frentes las cicatrices a las que dieron paso las brechas que nos hacíamos en esos columpios de hierro y, probablemente, tampoco coleccionen tantas magulladuras en las rodillas, pero lo cierto es que también conviven con un buen número de juguetes realmente horribles.
La tuitera @Pepipinillo abría un hilo este domingo donde advertía: “Juguetes que no deberían de existir, pero existen”. Su recorrido por el mundo lúdico más perturbador acumula ya más de 4.700 retuits.
Muñecos, juegos de mesa, peluches, videojuegos... Pocas cosas habrán quedado en el tintero después de este genial compendio que, por el momento, no ha dejado de crecer:
Incluso otros tuiteros se han querido sumar al hilo aportando sus propios juguetes horribles que nunca deberían de haber existido: