El rostro del presidente de los Estados Unidos es todo un icono. Su tupé amarillo, su tez rosada y su permanente ceño fruncido posibilitan infinitas intervenciones artísticas aunque, eso sí, con resultados dispares.
El diseñador y humorista gráfico español Asier Sanz se ha hecho con el premio del público en la 29ª edición de la Bienal Internacional del Humorismo en el Arte que se celebra en Tolentino, Italia, con este bocata mixto de Trump:
Jamón york para lograr ese característico rosa plastidecor de la cara del presidente y queso -lo más amarillo que encontró- para confeccionar su cabellera, se funden en la creación de Sanz, que fue la más votada entre los visitantes a la muestra del Palazzo Sangallo, donde estuvo instalada.
El collage se titula Fast Food Trump y no es la primera obra de este vasco inspirada en Donald. Ya antes, sirviéndose de choped y plátano, otro de sus collages sirvieron de portada para el número de mayo del pasado año de la revista Tapas Magazine.
Trump debería conocer a este artista y, quien sabe, a lo mejor encargarle uno de sus retratos oficiales. Seguro que guarda más parecido con la realidad que otras obras hechas a pincel y óleo.