Ser actor puede ser una profesión de riesgo, y no solo porque te puedas romper un tobillo mientras ruedas una persecución en moto durante una producción millonaria. A veces un papel de romano en un acto religioso puede meterte en problemas, como le ha ocurrido a este pobre brasileño que se disponía a recrear la muerte del Mesías cuando un individuo decidió ser un héroe y evitarlo con 1985 años de retraso. Más vale tarde que nunca.
Ocurrió este pasado Viernes Santo en Nova Hartz, un municipio del sur del país, en el estado de Río Grande del Sur. Durante las celebraciones se realizó una pequeña obra teatral que recreaba la crucifixión. En el momento en el que el interprete del centurión Longinus atravesó con su lanza al actor que hacía de Jesús (recordemos, actores) un buen señor que no tenía muy claro la diferencia entre ficción y realidad se subió al escenario y agredió al ficticio romano.
De un salto se plantó en el escenario y con un objeto que no se ve bien qué es, azota en la cabeza con un sonoro “¡clong! al sorprendido romano ante una audiencia de unas 1000 personas. Según narra O Globo, los testigos narraban que durante su sorprendente interrupción, el hombre gritaba que no iba a dejar morir a Jesús. Aunque entonces tal vez hubiera sido mejor que saltase al escenario antes de que se clavase la lanza en el costado de Jesús, pero vamos, no somos expertos en el tema.
El actor que interpretaba al romano no tuvo más que heridas leves, un susto morrocotudo y un caso abollado que tuvo que hacer mucho más que un papel de simple atrezzo. Una batallita para contar a sus nietos que sin duda podía haber acabado mucho peor.