El mundo está lleno de tradiciones extrañas y la de Wépion -una pequeña localidad de 6.500 habitantes- es posiblemente una de las más locas: buscar juguetes sexuales enterrados en el campo. El evento se lleva celebrando ya ocho años y en su última edición -celebrada el 8 de abril- reunió a cerca de 4000 personas, una barbaridad teniendo en cuenta la población de la ciudad.
El evento, organizado por la firma belga de juguetes sexuales Soft Love, enterró 800 productos -principalmente vibradores y dildos- en la campiña y entregó a los participantes palas para que los buscasen.
Con esto, los organizadores quieren celebrar la liberación de la mujer. Los hombres pueden participar con la condición de que vayan disfrazados con alguna temática erótica. Cerca de unos 200 se subieron al carro:
Es una celebración que no está libre de polémica: Nicolas Bustin, encargado de la organización, explicó que han recibido cerca de 1000 correos y 400 llamadas de católicos enfadados por la naturaleza del evento.
Los beneficios del evento se repartirán entre varias asociaciones benéficas que no se han especificado.