The Wire es una de las mejores series jamás rodadas. Una deconstrucción cirujana y profunda del lado oscuro del sueño americano y de los vínculos entre el crimen y el poder, de la corrupción de esas estructuras que deberían hacer prosperar a un país. Un clásico que -junto a Los Soprano y A dos metros bajo tierra- convirtió a la HBO en un sinónimo de televisión de calidad que haría que un medio como la televisión destruyera la distancia que le separaba del cine.
Su creador, David Simon, ha puesto ahora sus ojos en nuestro país para su próxima obra, una serie ambientada en la Guerra Civil, que narrará la historia del Batallón Abraham Lincoln, una brigada de voluntarios americanos que luchó en el lado republicano. La serie será financiada por Jaume Roures.
Apenas han pasado 24 horas desde el anuncio y el americano ya ha podido comprobar cómo nos las gastamos en España y lo ha hecho en uno de esos lugares en los que la Guerra Civil parece que nunca terminó: Twitter.
Todo comenzó cuando un tuitero quiso alertar a Simon sobre la ideología de Jaume Roures:
"¿Conoce a Jaume Roures? Tenga cuidado, señor David Simon. Su serie puede ser manipulada.
"Por favor, consiga que nacionalistas españoles financien parte del presupuesto. Su influencia en la narrativa será tan relevante o irrelevante como cualquier otra fuente de financiación. En caso contrario, deje de lloriquear por una película que aún no ha visto".
La frase "nacionalistas españoles" molestó a más de uno:
"Este tuit me ha dejado algo perpléjo. Creo que no es respetuoso con aquellos que puedan tener miedo de que la dolorosa memoria de la Guerra Civil se pueda usar para avanzar en una agenda política específica. El rol de Rouras en el movimiento secesionista es una razón para la preocupación.
Otro director hubiera cerrado Twitter y hubiera dejado a esta gente gritando a una nube, pero Simon es distinto, con alma de guerrillero, así que respondió:
"Lo que no es respetuoso, bajo mi punto de vista, es juzgar la narrativa antes de que exista, basándose únicamente en uno de los participantes de la financiación. Nadie me paga por contar una historia de una determinada manera. Ni HBO, ni MediaPro, ni tú. Y si no me crees, págame y verás que soy honesto".
También hubo quien decidió que si no eres de un país no puedes contar una historia ambientada allí:
"No eres español, por lo que no tienes derecho a hacer una película sobre la historia española. Yo no haré una película sobre la Guerra Civil americana porque no soy americano". David Simon todavía tenía dosis de paciencia: "Puedes contar una historia de lo que quieras. Intenta tener una aproximación buena e inteligente. E intenta no apestar. Esas son las únicas reglas que importan".
Tuvo hasta tiempo de dar lecciones sobre insultos americanos después de que un tuitero le llames asshole -literalmente, agujero del culo, lo que en inglés sería equivalente a gilipollas-.
"Asshole es una palabra rutinaria, vacía y pasada de moda. No dice nada a la oreja americana. Eso sí, si un scrotelick, taintsniff o shitmuzzle como tú pudiera expandir su juego a las fronteras de la maladicta americana me impresionaría. Pero no, no hay esperanza aquí. Bloqueo".
Al final, tuvo que escribir un pequeño hilo al respecto:
"A la mitad de la población de Madrid y Barcelona que ahora están reluchando en mi timeline como entre 1937 y 1938: no nos importa una mierda aquí en 2018, donde el proyecto es sobre una narrativa histórica y específica que trata sobre unos americanos y lo que les pasó. Hasta que no esté completamente financiado, se sugiere la desmovilización. Un hilo para aquellos enfurecidos, curiosos o en algún punto intermedio. La serie es sobre el Batallón Abraham Lincoln en España. Muchos os preguntáis cómo me posiciono en el dolor y la sangre del holocausto español. Respuesta: no tengo un posicionamiento en particular más allá del hecho que el calcificado conflicto entre la derecha y la izquierda está entrando en un nuevo siglo, y todos nosotros -especialmente en occidente- tenemos que acordarnos de cuáles son los riesgos. Todos vivimos este conflicto y el resultado nos importa a todos, como importa a España. ¿Para mi personalmente? Yo soy de Baltimore y cuento las historias que me importan a mi. Esa es mi lucha. Si queréis a alguien que más interesado en las ideologías del momento que en las historias humanas o si queréis a alguien que haga una ejecución ideológica impecable, no soy vuestro hombre, contratad a otro. Mi único rol es el de un contador de historias comprometido y, bueno, el poco conocimiento de mi tío segundo Isadore Lebowitz, quien se subió en el barco de los Lincoln en 1937 solo para que las autoridades holandesas lo devolvieran con una orden de detención por un robo en una panadería porque mi tía no estaba dispuesta a dejarlo morir luchando contra Franco. El resto de los Lincoln cruzaron los Pirineos para luchar".
Normalmente las cosas hubieran acabado ahí, pero, amigo Simon, esto es España. Más o menos así:
Y así llegó el momento en el que @LI3PeO, un tuitero que, por cierto, es comunista, nos regaló uno de los momentos más delirantes de la relación Simon-España cuando publicó un par de memes en los que trataba de parodiar la reacción de una parte importante de Twitter ante la nueva serie:
Y lo que sucedió a continuación es, básicamente, pasarse Twitter. David Simon le contestó con un tuit que dejaba claro que sus dosis de paciencia empezaban a agotarse. O que se habían agotado definitivamente.
"¿Y Badajoz qué? Pero, eh, los Lincolns no llegaron hasta 1937, así que os dejo a vosotros que gritéis eslóganes de terror rojo y blanco y yo contaré mi historia, ¿vale?"
Pero es la respuesta al segundo meme el que es historia de Twitter. Este tuit es, básicamente una obra maestra más de Simon, quizá le mejor definición posible de la mayoría de memes políticos:
"¿Te comunicas a través de picto-pensamientos subestúpidos? ¿Las palabras y las frases son de demasiada complejidad para que las puedas soportar? Te voy a bloquear, la vida es corta y hay adultos en Twitter que merecen más atención".
Y lo bloqueó. Al menos un rato, hasta que por la otro línea le explicaron que únicamente estaba parodiando cierta postura y se disculpó. Final feliz.
Con todo, apenas 24 horas después de anunciar la serie y sin ni siquiera haber empezado a escribirla, David Simon ya debe estar hasta el gorro de nuestro país. Y es que no sabe dónde se ha metido. Hasta el cocinero José Andrés tuvo que intervenir en su favor:
La que le espera...