Tratar de huir de la policía y acabar atrapado en arenas movedizas no es la mejor resolución posible, pero es lo que ocurrió el pasado en el condado de Pasco, al oeste de la península de Florida. Los agentes de policía detectaron un coche que conducía a velocidad excesiva y que resultó que era buscado como parte de una investigación en marcha, pero lejos de parar, comenzó una persecución que no duró mucho.
Tal y como explica la oficina del sheriff en su página de Facebook, el vehículo se detuvo -no sin antes estar a punto de atropellar a dos agentes- y el conductor huyó a través de una zona pantanosa, lo cual resultó ser una idea mala, muy mala.
La segunda parte de la persecución también resultó ser corta, y al poco rato los agentes encontraron al sospechoso siendo devorado por el pantano, donde la gran cantidad de sedimentos en suspensión convierten el fondo en una superficie similar a las arenas movedizas, pero con todavía mayor capacidad de succión.
Cuando lo encontraron, únicamente su cabeza se mantenía por encima del nivel del agua. A pesar de que el sospechoso no parecía muy dispuesto a seguir huyendo e incluso parecía alegrarse de ver a la policía, los agentes lo esposaron primero y luego lo sacaron.
Para los urbanitas, las arenas movedizas pueden parecer algo casi de leyenda, algo que salía en películas de aventuras cuando eramos pequeños y en algunos niveles de Super Mario Bros 2, pero es algo muy real. Se trata de fluidos no newtonianos que pueden tener aspecto sólido cuando no se les perturba, pero que al experimentar un cambio en la presión externa, su viscosidad cambia repentinamente, convirtiéndose en una trampa mortal. Y sí, pueden matar, aunque lo cierto es que normalmente las muertes no se deben a que "se traguen" a una persona, sino porque no pueden salir, por lo que es el sol o la deshidratación lo que acaba causando la muerte.
Y, tal y como decían en esas películas, cuanto más intentas salir, más te hundes. Por eso, si -cosas de la vida- un día te encuentras atrapado en arenas movedizas, lo primero que debes hacer es mantener la calma (fácil, ¿verdad?) y no hacer movimientos bruscos. A continuación, con movimientos suaves, tratar de sacar las piernas a la superficie y luego arrastrarte fuera de peligro.
Y los urbanitas nos quejamos cuando hay un charco en el metro...