Estamos en abril, pero posiblemente ya tengamos el fail del año. Y es que nada reafirma nuestro débil ego tanto como ver a un semejante hacer el ridículo, tratar de llevar a cabo una tarea y fracasar de la forma más estrepitosa posible. Esa sensación de saber que el ridículo podía haber sido tuyo pero no lo es una de las más gozosas que se pueden experimentar sin encontrarse en posición horizontal.
Según la investigadora Lea Boecker se trata de una sensación contraria a la envidia que ella denomina Schadenfreude, literalmente daño-alegría. Vendría a resumirse en el hecho de que, por ejemplo, puede darte envidia las personas que realizan parkour, pero cuando las ves dejarse los dientes contra un canto, aparece esa sensación contraria a la envidia.
En todo caso la protagonista de este vídeo no es precisamente una especialista en parkour ni es candidata a realizar el papel de Spider-man en la próxima película de Los Vengadores. Nos lo dejó bien claro... haciendo el ridículo en dos ocasiones en menos de cuatro segundos.
Ocurrió el pasado día 18 en el Reino Unido, durante un partido de fútbol universitario entre Universidad de Bath -los locales- y la Universidad Cardiff Metropolitan. Alguna fuerza extraña llevó a la joven a decidir saltar al campo. Primera mala decisión, salta la valla y cae. Vale, eso le puede ocurrir a cualquier humano. No pasa nada.
"Uno puede caerse, pero lo importante es levantarse", debió decir esa parte del cerebro dedicada a la autoayuda. Debió oír las risas del público, por lo que decidida a demostrar al mundo que nada puede con ella se levanto con decisión y...
Oh, vaya, quién ha puesto este potente chorro de agua aquí.
El público se vuelve loco.
Algunas cuentas publicaron que se trataba de una hincha del Real Madrid que quiso saltar al campo de entrenamiento para pedir un autógrafo a Cristiano Ronaldo, algo de lo que se han hecho eco algunos medios latinoamericanos. Por mucho que sea una de las pocas formas de mejorar la historia, no fue así.