Entre las fotografías que tomamos y las que nos envían, es muy común tener la galería de nuestros teléfonos pidiendo auxilio cada semana para que la vaciemos. Acumular imágenes no solamente acaba con la memoria de nuestros móviles, también aumenta el riesgo de que algunos archivos salgan a la luz sin que nuestra intención haya sido esa.
La tensión de enviar varios archivos a una persona con la que no quieres compartir más intimidad que la estrictamente necesaria tensiona y, si nos relajamos, pueden ocurrir cosas tan surrealistas como la que le sucedió a la tuitera @melanie_TS. Sin querer, esta joven envió a su madre por WhatsApp una foto bastante comprometida, pero lejos de esconderse lo ha subido a Twitter porque las miseras compartidas son menos.
Melanie se disponía a mandarle a su madre imágenes de su nuevo peinado, pero entre ellas se coló una que poco o nada tenía que ver:
La madre, como es lógico, se quedaría paralizada al recibir aquello y solo acertó a decir: "Oye, qué es esta foto, pedazo de asquerosa". La mujer pensó, como pensaríamos la mayoría, que la imagen era de su propia hija practicando sexo, así que el cabreo estaba todavía más justificado:
El tuit de Melanie acumula más de 3.400 retuits y más de 7.000 'me gusta' además de generar un sinfín de comentarios sarcásticos al respecto:
Consejo del día: comprobar (varias veces si hace falta) qué fotos hemos seleccionado antes de darle al botón de enviar. Sobre todo, si al otro lado están nuestros padres o nuestros jefes. Y, por supuesto, hacer limpieza en la galería.