Arturo Pérez-Reverte es una de esas personas a las que su personaje les encanta, y a nosotros nos encanta que le encante... siempre que no nos toque a nosotros ser el objeto de la ira del Terminator de Twitter. Como buen robot no hace puente e incluso un lunes en el que media España se divide entre la playa y el sofá (la otra mitad está llorando en Facebook por no tener puente), él vela el buen nombre de la Real Academia de la Lengua Española, que limpia, fija y da esplendor.
En los últimos meses han surgido varias polémicas alrededor de algunas de las definiciones, normalmente debido a ciertas interpretaciones sexistas o racistas del lenguaje. La última es la de una palabra que quizá no esperábamos ver en estas batallas: república. Y es que la sexta acepción de la palabra ha molestado a un periodista que decidió protestar en Twitter.
Probablemente antes de publicar su protesta tuvo debió fijarse que antes de la definición se remarca que es un uso irónico. Un despiste lo tiene cualquiera, pero referirse como "semejantes carcamales" a una organización en la que está Pérez-Reverte... ¡Uy lo que ha dicho!
Así que Arturo sacó su recortada:
No es la primera vez que el escritor saca el armamento pesado para defender algunas de las definiciones que hace la RAE. Hace unos meses publicó un texto en el que defendía la presencia de la definición de "mujer fácil" como aquella que se presta fácilmente al sexo:
Uno no puede hacer otra cosa que esperar ansioso el próximo disparo de don Arturo.