Los grupos de WhatsApp, esas conversaciones interminables y alocadas en las que puede surgir cualquier cosa. Y es tal que así, cualquier cosa, especialmente en los grupos de amigos y también en los familiares. Porque sí, estos son los más deseables y de aquellos que nos cuesta más salir, pero ¿qué ocurre con todas esas invitaciones que aparecen de repente en nuestra bandeja de WhatsApp? Lo voy a decir: que te inviten a ciertos grupos te puede arruinar la vida.
WhatsApp, y por extensión la mayor parte de aplicaciones móviles de mensajería, tiene un problema muy gordo: cualquiera puede invitarte a un grupo, incluso aunque no te conozca. Esto hace que cualquier invitación se convierta en un compromiso: ¿he de aceptarla? ¿Por qué demonios me han invitado a este dichoso grupo? Y lo peor: ¿qué pensarán si ahora me voy de aquí sin decir nada? Consejo: te recomiendo que lo hagas. Ante invitaciones indeseadas abandonos inmediatos, ese es mi lema.
Nadie debería invitarte a un grupo sin tu permiso, pero lo hacen. De hecho, puede ser ilegal, como comprobó el ayuntamiento de Boecillo al meter a sus ciudadanos motu proprio en un grupo de WhatsApp. Seguro que los ayuntamientos y resto de instituciones públicas no cometen de nuevo ese error, caso contrario de amigos, familiares, compañeros de trabajo... que abren grupos de WhatsApp para la más leve tontería. Y estos son los peores a los que te pueden invitar, puedo dar fe.
Los temidos grupos de padres
Tengo muy malos recuerdos de este tipo de grupos. Si tienes hijos seguro que te invitaron a alguno: son como arrojarte al foso de un circo romano repleto de gladiadores (o de fieras). Porque no creas que en los grupos de colegio se debate sobre todo lo que guarda relación con los niños, no: la mayor parte de conversaciones gira en torno a los problemas de los padres. Vuelan los cuchillos, a menudo de forma velada.
Los grupos de padres son, por desgracia, necesarios. Por experiencia propia, nunca se sabe cuándo tendrás que preguntar sobre los deberes o las excursiones. Pero, en la medida de lo posible, yo recomiendo salirse. Siempre que tengas el móvil de otros padres, por si acaso.
El grupo con los compañeros de trabajo... en el que también está el jefe
Es normal que se abra un grupo para los compañeros del curro. En él se queda fuera del horario laboral, se organizan excursiones para el fin de semana, celebraciones... Hasta aquí no hay problema, lo peor es cuando alguien invita también al jefe. Entonces cualquier halo de compañerismo y cachondeo se esfuma; convirtiendo el grupo de WhatsApp en una especie de KGB. Encima merece atención constante, no sea que el jefe diga algo y alguien se quede sin leerlo...
El grupo de la comunidad de vecinos
Huye. Directamente, ni te lo cuestiones: si alguien te invita al grupo de WhatsApp de tu edificio lo mejor que puedes hacer es escapar como si solo quedasen dos segundos para que explotase la bomba. Porque es justo lo que terminará ocurriendo: las discusiones de un grupo de tal calibre pueden ser explosivas. Sobre todo cuando alguien quiera hacer reformas y la comunidad no se lo permita.
El grupo de la familia política
De los grupos familiares es mejor escapar cuanto antes. Y si tienes la mala suerte de que te inviten al de la familia política ni te lo pienses: pon cualquier excusa para borrarte. Que tienes demasiados grupos, que no quieres sufrir las notificaciones, que te estás quitando de WhatsApp por recomendación del médico... No puede salir nada bueno de estar en un grupo con tus suegros y toda la colección de cuñados.
El grupo de WhatsApp con tus antiguos compañeros de colegio
Rememorar los tiempos de colegio, de instituto o de universidad está bien, pero reencontrarte con todos los compañeros en un grupo de WhatsApp no es tan buena idea como parece. Lo que en principio sería la manera de recuperar el contacto termina desenterrando todas las rencillas que permanecían enterradas por el tiempo. El destino de este grupo es el mismo que el de los padres o el de la comunidad de vecinos: la autodestrucción. Mejor que no te pille dentro.
El grupo para organizar un cumpleaños de alguien que no te cae bien
Los grupos de WhatsApp van muy bien para organizar eventos y para que no se pierdan todos los participantes de un viaje conjunto, por ejemplo. Y son un clásico en los cumpleaños: van geniales para organizar fiestas sorpresa. Pero ¿qué ocurre cuando el protagonista del grupo no te cae bien? Te pedirán opinión sobre qué regalar, cómo sorprender... Y no puedes decir que por ti podía atropellarle un camión, claro. Así que, antes de que te metan en el lío y termines encargándote de comprar una tarta tan grande como para meter a Falete dentro, huye nada más recibas la invitación. Y que piensen lo que quieran.
El temido grupo de las despedidas de solteros
Tanto da que el grupo se cree para organizar la despedida de la novia como la del novio: existen tales posibilidades de que se desfase la conversación que Resacón en Las Vegas parecerá una película de Disney. Por no hablar de otro elemento importante: no conocerás a la mayor parte de los integrantes del grupo. Cientos de notificaciones de gente que no conoces, mejor huir.
He comentado en varias ocasiones que lo mejor es huir de estos grupos. Ahora bien: ¿cómo hacerlo sin quedar en entredicho? Yo recomiendo lo siguiente: nada más ver la invitación en los chats escapa, sin dar explicaciones. Y jamás, repito, jamás, hagas un primer comentario. Si el grupo es activo ni siquiera apreciarán que lo has abandonado. Tu salud es mucho más importante que el qué dirán.