El elemento sorpresa es fundamental para cualquier campaña publicitaria que quiera ser efectiva. Romper con lo establecido, aportar novedad y frescura son algunos de los objetivos a cumplir cuando lo que se quiere es captar la atención de los consumidores.
Así que la idea de esta empresa no parece, a priori, lo mejor para la marca. Han contratado una valla publicitaria durante 12 largos años, en la que no se cambiará ni un centímetro de la imagen promocional. ¿Un suicidio o una genialidad?
Pues creemos que lo segundo. El anunciante es una marca de productos destinados a aplicar tratamientos a la madera que garantice su conservación, así que la idea es exhibir su duración a la vista de todo el mundo: en una valla que permanezca igual durante 12 años.
Así, han construido un soporte publicitario de madera y lo han barnizado con su gama de productos, colocándolo fuera de un centro comercial de la ciudad sueca de Malmo, donde llueve una media de 211 días al año, de modo que el mínimo desgaste será percibido por todos los viandantes.
Sí, puede que sea el anuncio "más aburrido del mundo", pero de momento ya ha cumplido con creces las expectativas y la ocurrencia de sus creadores está dando la vuelta al mundo.