A pesar de que los periodistas no deben convertirse en noticia, la verdad es que a Antonio García Ferreras esto se le hace complicado. Su omnipresencia en laSexta lo ha convertido en una especie de semidiós que, sin embargo, no ha podido escapar de los dardos sarcásticos de los tuiteros.
Que su pareja, Ana Pastor, también esté de forma perpetua en nuestros televisores ha hecho que las miradas acaben dirigiéndose inevitablemente a sus hijos, el blanco de un sinfín de coñas que no parece que vayan a cesar nunca: