Los smartphones nos han cambiado la vida y no hay aspecto de nuestra vida en la que no esté presente. Y muy especialmente cuando estamos en ese momento de intimidad en el trono. Antes se leía una revista o se estudiaba la composición del champú como si se tuviera un examen al día siguiente. Hoy todo eso es cosa del pasado. Igual juegas al Candy Crush, lees Twitter, Whatsappeas o te haces selfies para Tinder, pero el entretenimiento durante ese mejor momento del día posiblemente esté muy ligado al teléfono.
Quizá incluso estés leyendo este artículo desde el trono. Pero lo cierto es que estos nuevos entretenimientos tienen un riesgo gravísimo: que el smartphone, en un inconveniente resbalón, acabe deslizándose entre tus manos, tus nalgas y acabe en el fondo del retrete. Fue exactamente lo que le ocurrió a este ciudadano chino, en Guangzhou, una población de 3 millones de habitantes cercana a Hong Kong. Tenía dos opciones, quedarse mirando el agujero como un perro que mira la pelota que se le ha colado debajo del sofá o lanzarse al rescate. Hizo lo segundo.
Pero todo rescate conlleva sus riesgos, y en este caso fue dramático: su brazo quedó atascado en la tubería.
Para que sus lectores comprendiesen a fondo la situación el medio chino weixin.qq elavoró el siguente gráfico para que todo quedase claro:
Finalmente los bomberos decidieron romper el inodoro y el tubo, además de añadir líquido para reducir la fricción, para poder liberar el brazo del hombre, que pudo sacarlo algo magullado, pero pudo sacarlo.
Lo que no ha trascendido es el destino final del teléfono, si también fue rescatado o se perdió para siempre.