Los que hemos nacido respirando salitre siempre echamos de menos la costa cuando hablamos de las bondades de las ciudades de interior más hermosas de nuestro país. "Si tuviera playa, sería perfecta", solemos decir. Y es que no se puede negar: si has nacido cerca del mar, acabas necesitándolo.
Ahora Sevilla podría convertirse en uno de esos lugares todavía más perfectos si la iniciativa que lideran estos dos sevillanos acaba por materializarse. Se trata de Gabino Carranza Márquez y José María Font Ortiz, un funcionario jubilado y un abogado, que han descubierto que la ciudad del Guadalquivir tendría desde 1255 un trozo de costa asignado gracias a la donación del rey Alfonso X El Sabio.
El portal Sevilla Info recoge esta curiosa historia que se empezó a escribir hace tres años, cuando Carranza y Font presentaron al Ayuntamiento un escrito en el que instaban a la Administración local a iniciar las investigaciones oportunas en virtud del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales para esclarecer si los terrenos ubicados en la zona de Torre de la Higuera, en Matalascañas, provincia de Huelva, pertenecen al patrimonio sevillano.
Un trozo de costa en Almonte
Se trata de unas 150 hectáreas de terrenos que cuentan con una playa y que el rey Alfonso X El Sabio había incluido en la donación que hizo a la ciudad de Sevilla en el privilegio rodado del año 1255. Las tierras no se incluyeron en el proceso de desamortización que se materializó en el siglo XIX y, por lo tanto, no se habría devuelto formalmente a Almonte, quedando como zona residual y pasando a denominarse primero Cazadero Real y después Coto de Doñana.
Ahora, Carranza y Font entienden que es el consistorio sevillano el titular de los terrenos y parece que, a priori, no les falta razón. De hecho, los responsables de Patrimonio del Ayuntamiento han llevado a cabo un estudio que vendría a confirmar su teoría. Después de publicarse en los boletines oficiales de las provincias de Sevilla y Huelva, y de comunicarse formalmente a la Junta de Andalucía y a Huelva, se abriría un período de alegaciones y pruebas documentales.
Un descubrimiento con recompensa
Font ha asegurado a ABC que no se trata de "una reivindicación para alterar los límites provinciales", sino que "es como si se descubre un piso en mitad de Logroño que es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, eso no alteraría el plano de la ciudad", pero sí "habría una propiedad sevillana que se puede regalar o vender", aclara.
De confirmarse la titularidad sevillana de los terrenos, Carranza y el propio Font no se irían con las manos vacías y recibirían una recompensa. En concreto, el Real Decreto que aprobó en 1986 el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales estipula la entrega del 10 % del valor líquido que el Ayuntamiento obtenga de los bienes.
No se trata, no obstante, de un descubrimiento aislado. De hecho, investigaciones parecidas a las de estos dos sevillanos han descubierto varias propiedades situadas en otros municipios andaluces que pertenecían al patrimonio sevillano y que el Ayuntamiento ha acabado cediendo a sus consistorios.