Que llevemos desde tiempo inmemorial con el procés abriendo informativos tiene consecuencias más allá de las políticas. La sociedad española está tan exhausta que la herida abierta supura por los lugares más inesperados mirando, por ejemplo, de reojo cualquier objeto de color amarillo, la tonalidad elegida por los independentistas para reclamar justicia con sus "presos políticos".
Ahora la polémica se ha trasladado a Sevilla que, en principio, no debería de ser terreno de batalla. Pero, aún así, asegura el portal Sevilla Info que desde hace semanas tanto la Policía Nacional como los agentes de la Policía Local están recibiendo "las quejas de numerosos visitantes que reclaman la retirada de lo que consideran un símbolo separatista catalán que no pinta nada en Sevilla".
El polémico "lazo amarillo" está situado en la glorieta Diputado Manuel Barrios, próxima a la estación de tren de Santa Justa, a la que llegan un buen número de turistas que acuden a visitar la capital sevillana. Son algunos de ellos los que creen que les está dando la bienvenida un símbolo independentista.
Un símbolo de la ciudad desde el Medievo
Pero nada más lejos de la realidad. El símbolo no es otro que el de la madeja del NO8DO, que representa a Sevilla y, de hecho, usa oficialmente el Ayuntamiento como imagen corporativa. Es herencia de Alfonso X El Sabio y está compuesto por la palabra NO, esa especie de madeja de lana, y el DO.
Según una de las teorías en torno al símbolo, se interpreta, explican en el diario local, como "no-madeja-do", un acrónimo de "no me ha dejado" en alusión a la fidelidad de la ciudad del Guadalquivir hacia el monarca durante la guerra que lo enfrentó a su hijo Sancho.