Todos los dirigentes quieren parecer personas cercanas, amables, empáticas. Por eso se convierten en máquinas de dar besos cada vez que ven un bebé a menos de cinco metros. Pero hay otra alternativa que puede lograr que el más déspota de los tiranos parezca un tierno ser humano: los perros.
Hoy la cuenta de la Moncloa ha querido mostrar unas distendidas imágenes matutinas del presidente Pedro Sánchez:
La primera foto, la de él corriendo, parece una sobrada ante el caminar trote-cochineril de Rajoy, pero realmente hace sufrir a uno sabiendo lo mal que gestiona el presidente lo de estar cerca de los árboles.
Podría ser el principio de una película de M. Night Shyamalan hay quien se ha fijado en posibles guiños:
Pero es la segunda foto la que ha llamado la atención:
Resulta que la gente en redes sociales tiene muy mala idea y han buscado parecidos un poco más mezquinos:
Y nadie parece haberse acordado que Mariano Rajoy también tenía perro:
E incluso corría con él.
Pero más allá del perro, la foto tiene miga. ¿Por qué están las luces de la Moncloa encendidas si es de día? ¿Acaso no estaba Pedro Sánchez comprometido con el medio ambiente?
Al menos el perro de momento no se la ha liado tanto como Màxim Huerta. O como Nemo, el perro de Macron, que decidió orinar en una chimenea en plena reunión y, para mayor gloria de las redes sociales, delante de las cámaras.
Y es que cuando hay necesidad, hay necesidad...