Las redes sociales son un mecanismo fantástico para los estafadores, permitiéndoles entrar en contacto con sus víctimas sin dar la cara. Pero ocurre a veces es que también permite a algunos usuarios con mucha inventiva trollear un poco. Por ejemplo, a los chicos de Pantomima Full, que recibieron un correo en el que se les avisaba de que un tal "Husson Pantomima" había muerto y que, al tener ellos el mismo nombre, podían reclamar la herencia de un banco del Golfo. Muy creíble todo.
Pues parece que lo de seguir el rollo a estafadores se ha puesto de moda, por lo que la youtuber Lara Benages decidió hacer lo propio cuando recibió un mensaje a través de Instagram de un tipo que tenía fotos del actor Maxi Iglesias, de Física o Química.
Pero la troleada ha ido escalando poco a poco, hasta convertirse en un hilo que incluye drama familiar lleno de corrupción familiar, drogas, amor y Froilán. Sí, ese Froilán:
Sin saber hasta dónde iba a llegar, decidió hacer la pregunta del millón... si sabe que se llama Maxi... ¿quién es Danny? El estafador tiene una salida fácil... ya sabes, la fama.
Y entonces viene el drama: lío de contratos, un fallo de su asistente... total, que va a cobrar 15000 libras pero ahora necesita algo para ir tirando, unos 2000€... cuando el nivel de vida es alto, es algo:
Viendo que la cosa se le iba de las manos, llamó a la caballería troll que le ayudase con la batalla:
El plan maestro está en marcha: hay que hacerle pensar al Fakemaxi que somos unos ricachones. Posiblemente a estas alturas un buen estafador ya hubiera descubierto que le estaban tomando el pelo, pero este tiene más paciencia que un santo. Finalmente accede a dar el salto a Whatsapp. Momento en el que empieza el drama: Una mala noticia sobre el tío Iñaki de Mallorca dificulta el envío de los 2000€.
El lío de la familia crece: el abuelo Juancar y el tío Felipe dicen que no va a pasar nada, el primo Froilán está destrozado... las cuentas de la familia a punto de ser congeladas... pero hay una última esperanza... mandar no solo 2000€, sino todo el dinero y huir juntos:
Ya puestos, es el mejor momento para confesar al impostor que la real susodicha siempre ha estado enamorada de él. Resulta que hemos dado con un estafador romántico. Un estafador no muy listo y con mucho tiempo libre, pero romántico al fin y al cabo. El amor es correspondido. Precioso todo:
Pero acto seguido tienen la primera crisis de pareja: él le pide que envíe el dinero a su asistente. ¡Ni hablar! ¿Mandar todo lo que tiene a otra mujer? ¡Inaceptable! "¿Sabes cuánto dinero tengo en esa cuenta, Maxi? ¡No volveremos a trabajar en nuestra vida!". El estafador debía estar con los ojos haciendo chiribitas, pero tenía que lidiar con una persona dispuesta a sacar todo el dinero del banco y presentarse en su hotel con todo el dinero en el maletero de un Mercedes.
Pero no pasa nada, una vez vomitado todo el alcohol consumido, las cosas se ven de otra manera. Para tranquilizarla, el estafador se pone romanticón: "me gustaría besar tus dulces labios", le dice. "Bueno, acabo de vomitar. No saben muy bien".
Un par de días después (sí, el estafador realmente tiene poca gente que estafar, por lo visto), vuelve a la carga, preguntando si había ido al banco a mandar el dinero. Ella se había dejado el teléfono en casa, por lo que relata lo ocurrido esa mañana. Entra en escena un nuevo personaje: el primo Froilán, que la acompaña al banco y resulta ser el sensato de la familia. Lo de meter todo el dinero en el maletero de un Mercedes no es muy brillante.
La historia da un giro inesperado: el dinero ahora está en manos de Froilán quien promete hacer la transferencia al día siguiente con una frase mítica: "Tranki prima qe yo me encargo". Podría ser el principio de una película de Tarantino.
Viendo el percal, cualquier estafador con una neurona funcional ya se habría dado cuenta de que se estaban riendo de él, pero el nuestro, como siga así, va acabar mandando todo su dinero.
Él quiere el dinero, ella quiere hablar de Spiderman. Si hicieran una película, él tendría que ser Hugh Grant y ella Jennifer López:
Se dicen cosas bonitas, se mandan fotos... y mientras tanto, Froilán no contesta...
Y entonces, casi como harto del romanticismo, él la manda a dormir la resaca:
Y ese es, de momento, el último episodio de este trolleo digno de ser guionizado por Manuel Bartual.
Pero ahora todos queremos saber... ¿dónde está Froilán? ¿qué ha hecho con el dinero?
Continuará (esperamos)...