Las que seguimos dándonos un tiempo diario para soñar, para vivir otras vidas e imaginarnos en espacios y tiempos distintos a los que nos ha tocado habitar, solemos meternos en pieles apetecibles y alejadas de las complicaciones. Buscamos huir de la realidad, aunque sea con los ojos cerrados y por unos minutos, para dibujarla a nuestro antojo.
En nuestros sueños hay vidas que no tienen cabida. Nadie se imagina habitando un mundo sin libertad, "uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos", que escribiría Cervantes. Seguro que nunca os habéis soñado entre rejas, alejadas de la familia y a merced de voluntades que nada tienen que ver con las vuestras.
Y es este, precisamente, el reto que nos proponen desde Teta & Teta. Un lugar que nació como un espacio de coworking y se ha ido moldeando hasta convertirse además en un agitador de conciencias a través del diseño y de campañas como Breastfeeding Welcome Here, para contribuir a normalizar la lactancia materna en público, o la que hoy nos ocupa: A las olvidadas.
A las olvidadas se puso en marcha para recoger libros y donarlos al Módulo de Mujeres del Centro Penitenciario Madrid V en Soto del Real con el objetivo de "alejarlas mentalmente de su realidad", pero también nos invita a la reflexión. Por eso nos han lanzado un órdago pidiéndonos que habitemos su piel, que empaticemos y, a partir de ese ejercicio, elijamos un título concreto que acompañemos de una dedicatoria antes de echarlo al buzón.
Así, el 24 de mayo, nos preguntaban:
Menos mujeres, delitos menores y condiciones más difíciles
"Las cárceles son más duras para las mujeres. Las presas no entran solas en prisión sino con sus vidas, sus preocupaciones, sus obligaciones como madres y la impotencia de no poder atenderlas", explican desde Teta & Teta, añadiendo que "el sistema penitenciario en España está pensado para los hombres porque son mayoría".
Solamente el 7 % de las personas encarceladas en nuestro país son reclusas. De los 58.814 presos que había en las cárceles españolas en diciembre de 2017, 54.449 eran hombres y 4.365 mujeres. Existen apenas tres prisiones para ellas: la de Alcalá de Guadaira, la de Barcelona y la de Alcalá de Henares, mientras que el resto son módulos femeninos acotados en el interior de las instalaciones para hombres.
Mercedes Gallizo, exdirectora de prisiones y al frente del sistema penitenciario español entre 2004 y 2011 analizó en su libro Penas y personas. 2810 días en las prisiones españolas las cartas que le enviaban los presos y descubrió que detrás de la mayoría de los delitos de las mujeres estaban "la droga y los hombres".
Desde Teta & Teta señalan también que las instalaciones de mujeres son "las más viejas" y que ellas disfrutan de "menos talleres, menos visitas, menos atención psicológica, menos privacidad y menos posibilidades de reinsertarse".
"Haz limpieza y dónalos"
Las que todavía conservamos la sana costumbre de hundir la nariz entre las páginas antes de iniciar cada viaje literario atesoramos, con los años, cientos de libros que van acumulándose en cualquier rincón de casa. Y ahí, en un acto tan simple como el de deshacerse de volúmenes amontonados, nació A las olvidadas.
"Me encontraba un día comprando libros, en plural, una pila de libros (nunca compro un solo libro a menos que sea para regalar, me reconforta comprar libros, vivir entre libros, leer mucho) y me quejé en alto de la cantidad de libros que tengo acumulados en casa cuando, de repente, escuché la voz de una mujer decir: 'Pues haz limpieza y dónalos'. Era Mercedes, una habitual de la librería, lectora voraz. Ella me regaló ese verbo, esa pelota: 'dónalos'", explica María Rufilanchas, publicista, copy, cofundadora del estudio creativo Molaría y responsable de Teta & Teta.
Se pusieron manos a la obra y lanzaron la campaña el 24 de mayo en redes sociales. María confiesa que no esperaban tener esta espectacular acogida porque "de haberlo sabido igual esperábamos a tener menos trabajo, nos está sobrepasando, no llegamos a todo. A teta le dedicamos el tiempo que podemos, ratos libres, tiempos muertos (que no son muchos), y ahora hacemos el triple de horas, felices, eso sí".
"Mujer, agárrate a este libro y vuela alto"
"La cárcel aniquila al individuo, que sale peor de lo que entró. Las cárceles deshumanizan, dejas de ser tú para ser un número. No tienes ningún control sobre tu vida, te dicen a qué hora te levantas, a qué hora desayunas, a qué hora comes...", reflexiona María, por eso dice que son incluso más importantes las dedicatorias que los más de 400 libros que se amontonan en su estudio: "es lo que les va a demostrar que hemos dejado de mirar para otro lado, que pensamos en ellas".
María cita a Concepción Arenal -"abrid escuelas y cerraréis cárceles"- para animarnos a "invadir las prisiones con libros mientras la administración o el sistema o los filósofos o los políticos (no sé a quién corresponde) encuentran otra manera de humanizarlas". También echa mano de Doris Lessing y su "gran verdad": "La biblioteca es la más democrática de las instituciones porque nadie en absoluto puede decirnos qué leer, cuándo y cómo".
Una de las muchas dedicatorias que acompañan a los libros es de Javier, que les remitió una caja llena explicando que había pasado cinco meses en la cárcel por un error judicial y que "a buen seguro mi estancia habría sido mucho menos llevadera sin libros. Ojalá estos que ahora os mando sirvan para que a varias reclusas el tiempo les pase más rápido, ojalá alguna se sorprenda al levantar los ojos del libro y comprobar que le queda un día menos de condena. Ojalá".
Cómo cambiar el mundo con una sola pregunta
Después de esta experiencia, el equipo de Teta & Teta reconoce que "no somos las mismas personas" que comenzaron con A las olvidadas. "Hemos pasado por muchas fases. Es una mezcla de emociones y sentimientos: pena, orgullo, indignación, sorpresa, asombro, tristeza", confiesa María.
"Al principio nos sentimos mal por no haber pensado nunca en este tema, en ellas, en las cárceles, en el castigo más allá de la privación de libertad, en el sistema penitenciario pensado para hombres, en el sistema penitenciario. Pero como sabíamos que no íbamos a ningún lado enseguida pasamos a sentir indignación, y mejor, porque el lamento no da fuerza pero la indignación sí. Mucha".
Así que comenzaron a revisar la escasa información que hay sobre el tema y tomaron conciencia "del poder de transformación que tenemos. Con una sola pregunta hemos logrado, además de los 400 y pico libros, que las presas estén en nuestros pensamientos, en nuestras conversaciones, en los bares, en las cenas, en un salón, en las redes. Hemos conseguido que algunas personas despierten y despierten a otras. Esto ya pensamos que es un logro", admite orgullosa.
Autores y autoras, ¡sumaos!
Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie es uno de los títulos que más se repiten entre los libros que han llegado al estudio de Teta & Teta. María Rufilanchas cree que no ha sido fruto del azar, sino que "dejando a un lado el sistema penitenciario pensado para hombres, la gente ha llegado a una verdad importante y es que muchos de los delitos de las presas tienen que ver con el hombre, con el maltrato, la violencia, la dependencia, el abuso de poder, la manipulación".
La autora de la que más títulos han llegado es Rosa Montero. "Prácticamente tenemos todos sus libros", explica María. La han etiquetado en Twitter (@BrunaHusky), pero de momento no han obtenido respuesta. "Nos gustaría que escritores e intelectuales se sumasen a donar un libro dedicado porque cuanto más potente sea el libro memoria más se venderá y más dinero recaudará". Y es que A las olvidadas no va a terminar el día en el que vayan a prisión a llevar los libros, editarán un volumen a modo de recopilación.
Lo harán junto a Arrebato Libros y saldrá, previsiblemente, en otoño. Será una memoria que compile los títulos de los libros donados, los nombres de las personas que los han mandado, su motivación y su dedicatoria. Se venderá y, una vez que se cubran los gastos de edición, lo recaudado se destinará a una asociación de acogida y reinserción sociolaboral para mujeres reclusas.
Un taller y ¿un documental?
Será la próxima semana cuando vayan a prisión a entregar los libros, pero además compartirán un taller con ellas. "Hablaremos del poder de los libros para evadirnos, por supuesto, pero será una introducción breve y enseguida pasaremos a algo aún más divertido". Ajo Micropoetisa hará un microshow para ellas y también les darán una dirección para que, si quieren, les escriban una carta y así poder recibir respuestas a la acción, explican.
¿Y cómo está el equipo de Teta & Teta pensando en ese día? "No sabemos, no queremos pensarlo, sólo prepararnos bien. En todos los sentidos", asegura María. Confiesa además que les gustaría rodar dentro de la cárcel "porque querríamos hacer un documental, pero nos estamos encontrando con muchos muros. Así que habrá que ingeniárselas, si Jafar Panahi pudo contar su película sin rodarla tal vez lleguemos a encontrar la manera de contar A las olvidadas sin material rodado".
Hasta que llega el momento, trabajan para expandir la iniciativa por más lugares de España. "Ya tenemos a una chica de Badajoz que quiere replicar la iniciativa allí, en Barcelona ya se están moviendo y desde Chile también nos han escrito", avanza.
¿Cómo participar?
Desde Teta & Teta nos invitan a tomarnos un tiempo para pensar el libro que queremos enviar y que sea una historia "capaz de alejarla de allí". El volumen puede ser nuevo, de segunda mano o tuyo, pero lo más importante es que escribas una dedicatoria que cree "un vínculo con ellas" y les "reconforte".
Dentro del libro incluiremos una nota con nuestro nombre completo y la razón por la que hemos seleccionado ese título y no otro. Tenemos hasta este viernes para mandar los libros (o llevarlos en mano) a la calle Hortaleza 20, 2º izda, 28004 Madrid. Así de fácil.
El nombre de A las olvidadas pretende imitar las dedicatorias de los escritores en las primeras páginas de sus obras. María aclara que "sabemos que genera debate porque para algunas personas no son las olvidadas, pero lo son, y que genere debate es bueno".
Ojalá todos los libros se conviertan en sus manos en ventanas a un mundo que quizás ya no recordaban. Que les sirvan para recomponer esperanzas, para retomar ilusiones, para vivir otras vidas e imaginarse en espacios y tiempos distintos a los que les ha tocado habitar. Para que sepan, porque no podemos irnos sin citar a Virgina Woolf, que "no hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente".