En uno de los más míticos episodios de las temporadas buenas de Los Simpson, Homer denunciaba a un restaurante que permitía comer hasta reventar, pero que ante la pentagruélica capacidad de ingesta del héroe amarillo decide hacerle parar antes de quebrar. Si el Holandés Volador ya tuvo un problema con Homer, no sabemos qué hubiera pasado si se hubiera topado con Raina Huang.
Se trata de una youtuber americana que cuenta con 69 mil seguidores y cuya especialidad es, básicamente, comer cantidades que al resto de la humanidad nos matarían, y además hacerlo de forma absurdamente rápida. Lo que recomiendan los médicos, vamos.
Esta vez se ha pasado por el Café Cantábrico de Noja, donde se propone a los visitantes el 'Reto Machete", que consiste en zamparse una una hamburguesa de un kilo, cinco huevos fritos, 200 gramos de bacon con su correspondiente queso, lechuga y tomate. Todo en menos de 45 minutos para llevarse una camiseta y no pagar los 17€ del menú.
No se enfrentó sola a la angustiosa cantidad de comida, lo hizo junto a otros tragabollos: Randy Santel, Joe Burguer Challenge Magic Mitch, Lethal Crysis y Superpilop.
Más de 300 personas lo han intentado y solo 26 lo han conseguido. El récord estaba en 12 minutos y 15 segundos, que ya parece demasiado incluso para un bistec normal, pero ahora el récord ha sido aniquilado.
La propia página del restaurante publicó varias fotos del evento:
Raina paró el crono en unos estratosféricos 8 minutos y 55 segundos gracias a una técnica ancestral llamada comer como un cerdo y enguarrarlo todo. Aunque el dueño del restaurante podía estar preparado, viendo algunos vídeos de esta bestia capaz de comerse una pizza de cuatro kilos en apenas media hora:
O una crepe con más pisos que la Torre Picasso y con tropezones tan ligeritos como un huevo frito o una hamburguesa en algo más de 45 minutos.
Pero no fue la única capaz de destrozar los récords, Randy Santel, otro youtuber que cuenta con más de 495 mil seguidores, consiguió terminarse el plato en 10 minutos y 14 segundos. Parece que le supo a poco, porque al terminar pidió tres litros de cerveza y dos raciones de croquetas. "Nunca vi nada igual", explicó el dueño del restaurante, Roberto Cano al Diario Montañes.
Como podemos ver, sus hazañas no son menores:
Por su parte, Magic Mitch tardó 15 minutos y Joe Burguer Challenge se lo tomó con más calma: 28 minutos y 55 segundos. Los demás tuvieron que abandonar a riesgo de explotar en una escena muy digna de los Monty Python.