María Gómez se ha convertido, probablemente de una forma que ella no esperaba, en una de las grandes protagonistas de las últimas horas de España en el Mundial. Mundial en el que, por desgracia, algunas de las periodistas desplazadas han vivido escenas indignas de una especie que presume de estar más evolucionada que las cucarachas:
Vista la situación -y es de suponer que ha tenido que vivir situaciones similares o peores que no captaron las cámaras-, la periodista terminó por soltar un moco a un aficionado que la llamó "guapa" en directo:
Esto no hubiera ido a más, pero el problema es que unos días antes había realizado unas declaraciones en directo que parecían contradecirse frontalmente con su negativa a que la califiquen de guapa: y es que aseguró querer dormir con el enemigo, especialmente con los "pivones de Marruecos".
Se trata de un comentario que, si bien seguramente sobra en una emisión en directo en un medio de comunicación, no deja de ser completamente normal. Al fin y al cabo, somos seres de carne, sacos de hormonas y cuando vemos una persona atractiva tenemos ciertos impulsos. Quizá no hace falta decirlo por la tele, pero tampoco esconderlo.
La periodista ha recibido una gran cantidad de críticas por haber pedido respeto después de hacer un comentario así. Claro que hay una gran diferencia entre marcar una línea tras ver cómo a muchas de tus compañeras les trataban de besar en directo y decir de una manera más o menos bruta que una serie de personas te parecen atractivas. Ni es lo mismo ni se le parece.
En cualquier caso, la periodista ha decidido recurrir a Twitter para publicar una carta para poner fin a la polémica. Por un lado ha explicado que ella nunca se sintió acosada por el aficionado que la llamó guapa y que todo terminó con unas simples disculpas. Por otro lado, también ha admitido el error de su comentario, aclarando incluso que pidió dejar de participar en la sección: