¿Dónde estaba tu casa cuando la Tierra era un solo continente?
En la Jungla. La Tierra tiene más años que la pana y además tiene la manía de mover hasta sus continentes. Una web te permite consultar dónde estaba tu ciudad o tu casa en distintos periodos geológicos.
11 julio, 2018 13:59Si eres de los que no se encuentra a uno mismo cuando un ayuntamiento le cambia el nombre de una calle, cuando le cambian de dirección de la calle o le ponen una rotonda nueva y no sabe llegar a casa, imagínate qué pasaría si directamente te cambian los continentes de sitio.
La Tierra -que es redonda, por cierto, aunque haya quien crea que realmente vivimos en un disco apoyado en cuatro elefantes de pie sobre una tortuga gigante- ha cambiado mucho desde unos cachos de piedra flotantes alrededor del sol se apretujaron para formar este nuestro planeta.
En la era Paleozoica y principios de la Mesozoica, hace unos 300 millones de años, toda la masa terrestre del planeta estaba unido en un único supercontinente: la Pangea. Aunque es el más conocido, no fue ni el primero ni el único. Antes, hace unos 3800 millones de años existió Vaalbará, al que siguieron otros como Kenorland, hace 2800 millones de años o Columbia hace 1300 millones de años.
Ver la danza de los continentes a lo largo de los eones es hipnótico:
Ahora te estarás preguntando ¿dónde estaría mi casa en todo este follón? Bueno, realmente lo más probable es que no te lo estés preguntando, pero nosotros te lo vamos a explicar igual porque Internet es maravilloso y puedes encontrar de todo.
Ian Webster es un ingeniero que ha combinado la información de GPlates -un software de visualización de las placas tectónicas con LocationIQ para crear una página que es capaz de localizarte cualquier dirección postal en recreaciones de la Tierra de hace millones de años.
La posibilidad no solo se limita a la Pangea, sino que hay una buena lista de periodos desde hace 720 millones de años hasta hoy. También existe la opción de buscar por eventos como las primeras formas de vida, los primeros homínidos y, obviamente, los dinosaurios.