El directo en televisión tiene cosas mágicas. Focos que se funden, reporteros que se caen al río... hemos visto de todo. O eso creíamos. Hoy en Al Rojo Vivo de La Sexta ha ocurrido algo que no recordábamos: la irrupción de la señora de la limpieza.
Obviamente todo ha ocurrido durante un plano de Antonio Ferreras. Es una simple cuestión de probabilidades: si alguien está permanentemente en directo, hay más posibilidades de que le sucedan cosas inexplicables.
Así, el periodista omnipresente estaba hablando sobre las primarias del PP cuando una presencia extraña ha irrumpido detrás de él...
La simple aparición de una persona con un mocho por detrás del presentador ya sería gracioso por sí solo, pero en este caso hay que sumarle la cara de la mujer en el momento en el que se da cuenta de que está entrando en plano. Es más o menos la cara que pone uno cuando está haciendo el idiota en la oficina y de golpe se da cuenta de que el jefe está hablando con el jefe.
Se puede detener el fotograma en el momento exacto en el que su corazón parece pararse para al darse cuenta:
Nos representa.
Y es que ya sabemos lo que le gusta a Ferreras decir eso de "nuevo giro de guión" mientras posa sus palmas de las manos en la mesa en una posición de semi-brazos en jarra y con los hombros a la altura de las orejas:
Apenas 9 segundos que ya son legendarios. Desde aquí rogamos a Ferreras que deje de emitir permanentemente y deje a la mujer hacer su trabajo tranquilamente. Siempre en directo, siempre en directo.