A través del Programa de Ayuda Alimentaria del Fondo de Ayuda Europea para las personas más desfavorecidas (FEAD) se reparten productos en los países europeos a las personas que están en situaciones más vulnerables. Se trata de artículos que en ningún caso están a la venta, sino que se les facilitan a los usuarios que más lo necesiten a través de los bancos de alimentos y otras entidades de forma gratuita.
En Santander han saltado las alarmas al detectarse que algunos de estos productos, con su correspondiente etiquetado, están a la venta en establecimientos comerciales. El Diario de Cantabria se hacía eco este jueves de la presencia de diez paquetes de atún en conserva en las estanterías de una tienda con el sello del FEAD que se vendían por 1,55 euros.
A pesar de que pone claramente que su venta está prohibida y que la normativa así lo corrobora, los clientes de estas tiendas podrían adquirirlos sin problema y esto significaría que han dejado de ir a parar a las manos de las personas que no pueden permitírselos por su escasa capacidad económica.
Es el Estado quien los compra
Todos los productos del FEAD son adquiridos por los gobiernos de los países que forman parte de la iniciativa directamente a las empresas que han ganado el concurso público y son las Organizaciones Asociadas de Distribución (OAD) las que se lo entregan a los beneficiarios. En España se encargan de ello la Federación Española de Bancos de Alimentos y la Cruz Roja.
Si alguno de los productos no pudiese llegar a manos de las familias por cualquier motivo o estas los devuelven, los lotes regresan al punto de origen y se vuelve a iniciar su reparto, por lo que es realmente difícil que salgan de la cadena establecida y acaben en un supermercado. Máximo, además, cuando las Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR) realizan controles de la mercancía.