Existen ciertos talentos que son inherentes a las personas, como si al nacer se hubiesen llevado un regalo añadido a la propia vida. Algunos de esos talentos son trascendentales, capaces de cambiar a la humanidad gracias a las dotes para la investigación, el raciocinio o el entretenimiento, por ejemplo. Y luego, como si muchos nos hubiésemos llevado lo que había en el fondo de la caja de los talentos, existen habilidades inútiles que, por más que no sirvan de nada, sí resultan curiosas. ¿Posees alguna? Doblar el dedo gordo hasta que la uña toca la mano puede valer.
Pensando en este tema, el de las habilidades estúpidas, intenté encontrar alguna en mí mismo que pudiera servir como ejemplo. Recordar los conceptos más inútiles y olvidar lo que hice un minuto antes, podría valer; romper todo lo que cae en mis manos, también; encontrar los Gifs más idiotas para las conversaciones por WhatsApp, quizá sirva. Luego me encontré con el siguiente tweet de Mel y me dije: "Ya tengo punto de partida".
Aplaudir con el culo podría ser uno de esos talentos con los que amenizar una tarde con amigos. Es curioso, resulta impactante y no hay duda de que también es único. Pero ¿qué otras "habilidades estúpidas" valdrían para protagonizar un ranking? He encontrado las siguientes.
Utilizar la lengua para pintar cuadros
¿Que con los dedos no tienes suficiente? Pues utilizas la lengua, como hace Ani K, un artista indio. Esto tiene varias ventajas, como no necesitar una brocha: la lengua se basta y se sobra para extender la pintura. Y si dicha pintura es comestible, además de pintar un cuadro también te tomas el aperitivo.
... Y pintar con el pene
La lengua es un gran apéndice, pero hay otro que puede resultar igual de práctico: el pene. Pintar con los genitales es una habilidad poco común, también algo excéntrica, pero funciona. Y si el cuadro es malo siempre puedes decir eso de "Parece que lo haya pintado con la...".
Arrastrar autobuses con el pene
Puestos a usar el miembro para pintar, ¿por qué no utilizarlo a modo de grúa? Lo que podría parecer una postura sexual encierra un don capaz de sacarte de un apuro si te quedas tirado en la autopista. Utilizarlo para arrastrar un autobús sí parece algo estúpido.
Estirarse la boca
No sé muy bien cómo uno siente la inquietud de ver hasta dónde se puede estirar la boca, pero el caso es que hay gente que lo hace. De hecho hay un récord Guinness justo de eso: pertenece a Francisco Domingos Joaquim, natural de Angola. Parece que tenga los mofletes de goma...
Comer hamburguesas
Si tienes la boca grande puedes comer más hamburguesas, ¿no? Pues no necesariamente, como ocurre con otro de esos récords Guinness que implican habilidades absurdas: Takeru Kobayashi es un japonés que tiene la habilidad de comer hamburguesas como si fuesen caramelos. La comida rápida nunca había sido tan veloz.
Beberse una botella de agua en 1 segundo
Si la habilidad estúpida anterior iba de comer, ahora nos pasamos al campo contrario, el del bebercio. ¿Resulta posible beberse una botella de agua en un segundo? Hay quien tiene talento para ello.
Echar leche por los ojos
En plena polémica por la leche cruda no podía dejar de lado esta habilidad que no solo es estúpida, también bizarra. ¿Puede alguien echar leche por los ojos? El turco Ilker Yilmaz sí puede; después de haberla "bebido" por la nariz, no es que sus párpados produzcan leche.
Hacer corazones con los huevos
Soy consciente de que el título de esta habilidad parece un "clickbait" de libro, pero es justo lo que hace este cocinero chino: es capaz de freírte un huevo con forma de corazón. Y no creas que usa molde, no: dibuja la figura sobre la plancha como un artista estampa unas pinceladas sobre su cuadro. La cocina creativa a su máximo nivel.
Tocar la flauta con la nariz
O dos flautas, como es el caso de este famoso Vine que terminó convirtiéndose en un meme. No parece lo más higiénico del mundo, pero efectivo es. Algo estúpido también.
¿Qué otras habilidades estúpidas se te ocurren? Llegar siempre segundos después de que salga el autobús, lamerse el codo con la lengua o dormirse al segundo de meterse en la cama, por ejemplo. Hay tantos talentos por aplaudir...