Los seres humanos tenemos una serie de necesidades fisiológicas que nos pueden asaltar en cualquier momento. Por suerte, la civilización y años de avances nos permiten hacerlo en lugares adecuados para ello, sin que nadie nos vea y sin perjudicar la salubridad de nuestros alrededores. Eso, unido a la capacidad para aguantar un rato hacen de nuestra convivencia más agradable o, cuanto menos, olfativamente más aceptable.

Podemos decir que a partir de los tres o cuatro años lo de orinar en público ya no está bien visto. Sin embargo, poco le importó a esta pasajera que quiso hacer uso del retrete cuando el avión estaba realizando un repostaje, momento en el que no está permitido hacerlo.

Ocurrió en un vuelo de la compañía húngara de vuelos low cost Wizz Air desde Londres a Varsovia. Ni corta ni perezosa, ante la negativa de la tripulación de usar los baños, decidió que el suelo del pasillo era un buen lugar para liberarse. 

Y así fue grabada: pantalones por las rodillas, un montón de papel higiénico húmedo a su alrededor y un charquito de lo más inquietante. Y para más descaro, mientras lo hacía hablaba por teléfono en polaco, informando a quien fuera que estaba al otro lado de lo que hacía y de que la policía estaba de camino.

Entonces una voz le interrumpe: "¿En serio? Esto es asqueroso", dice, a lo que la mujer se limita a contestar que "lo sabe" y que "pidió usar el baño". Consultados por el diario británico Metro, la compañía explicó que el suceso tuvo lugar durante la maniobra de aterrizaje y que la mujer ignoró las instrucciones de la tripulación, quienes manejaron la situación tal y como exige el reglamento y llamaron a las autoridades. "Mientras se esperaba a la policía, la situación escaló", explicaron, si bien no se sabe qué sucedió con la mujer una vez llegaron los agentes.