El ejército británico tiene un nuevo enemigo. No es Juana de Arco, ni espías rusos armados con polonio 210, ni siquiera una invasión extraterrestre. Es un juguete sexual, específicamente un pene de plástico que apareció, por alguna razón, pegado en el techo del cuartel del Regimiento de Húsares Reales en Tidworth.
De haber sido una escena de La chaqueta metálica, es muy posible que al Sargento Hartman no le gustase en absoluto tener un dildo ahí colgando, pero la administración catalogó de no prioritario la tarea de eliminarlo, por lo que podía pasarse expuesto cuarenta días.
Con todo, los soldados decidieron tratar de acabar con su nuevo enemigo, tratando de despegarlo con una pértiga, entre risas. El fracaso fue estrepitoso, y lo único que lograron fue conseguir un cómico vaivén del pene de plástico. Vamos, consiguieron que hiciera lo que popularmente se llama 'el elefantito'.
Tras ser humillados por el cañón enemigo, recibieron ayuda externa que despegó el pene con la música de Titanic de fondo. "No le olvides de la base", gritan al heróico operario.
Según informa el Mirror, la trastada fue realizada por el Regimiento Real de Tanques, en una misión nocturna en la que incluso pintaron el plastificado genital del mismo color de la pared para enmascarar. Ambos regimientos comparten cartel y operan con tanques Challenger II, por lo que hay una cierta competencia entre ambos.