Un extaxista se atreve a decir las "cosas políticamente incorrectas" del gremio

En mitad de la guerra del Taxi contra Uber y Cabify, un conflicto que está dejando no pocas escenas de tensión en las calles de nuestro país y amenaza con paralizar la "economía", han surgido varias voces discordantes con una profesión que ya de por sí no está del todo bien considerada en gran medida por la perpetuación de tópicos. La batalla ha saltado a las redes sociales, como era de esperar. Si este lunes conocíamos el ataque virtual a un hotel madrileño que recibe continuas malas críticas desde perfiles vinculados al mundo del Taxi por ofertar los VTCs a sus clientes además del resto de medios de transporte, ahora también empiezan a hablar algunos trabajadores del gremio. Es el caso de Pablo Franco, un abogado coruñés que trabajó como taxista mientras estudiaba la carrera. En su perfil de Twitter (@p_a_franco) ha demostrado que no tiene pelos en la lengua a la hora de describir su experiencia, que dista bastante de ser idílica. Algunos de vosotros sabéis que me saqué la carrera de Derecho mientras trabajaba en un taxi. Algo de los taxis sé. Voy a contar algunas cosas políticamente incorrectas.Hilo va. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 En primer lugar esto no es una huelga. Los taxistas son autónomos, algunos de ellos con varias licencias y con empleados a su cargo. Por tanto no puede ser una huelga, es un cierre patronal. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Es un sector donde se trabaja en b y se explota a los empleados, por ejemplo, a mi me tenían con un contrato según convenio pero luego trabajaba 12 horas al día y no tenía sueldo fijo, me llevaba el 35% de lo que recaudase. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Los taxímetros, en el ayuntamiento de Oleiros estaban trucados. Si al arrancar pulsabas el 1, medían bien (así pasaban los controles) pero si al arrancar pulsabas 1+3+1, una carrera de 10 euros marcaba unos 12. Es lo que llamaban hacer el "recata". — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Por ley está prohibido alquilar licencias, pero se alquilan centenares. El titular cuando se jubila paga el mínimo de autónomos y hace como que contrata a un chofer, pero en realidad el coche es del chofer y le paga un fijo al mes, trabaje o no trabaje. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Hay ayuntamientos como Culleredo, por ejemplo, que tienen 40 taxis y un aeropuerto. Cuando llega un avión, no hay manera de conseguir un taxi en Culleredo. Son un servicio público, pero no atienden esas llamadas porque las del aeropuerto son más rentables. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 El transferir una licencia, dependiendo de los ayuntamientos, cuesta de 2000 a 5000 euros, sin embargo, esas licencias se venden por unos 100.000. Es decir, una licencia que concede el ayuntamiento se vende en dinero negro por grandes cantidades. Nadie controla eso. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Cuando yo era empleado, se subió en mi taxi el teniente de alcalde de Coruña, me preguntó qué tal y le dije : esta semana he trabajado 72 horas. ¿te sientes seguro en mi coche? — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 El argumento pra no liberalizar s q son un servicio público, pero no ejercen como tal. son un monopolio. os imagináis a los videoclubs pidiendo q se prohiba internet? a Olivetti pidiendo q se prohiba el word y las impresoras? a kodak pidiendo q se prohiban los móviles con cámara? — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Cuando yo trabajaba en el taxi me ofrecieron comprar una licencia, me decían que me concedían un crédito como una hipoteca a 30 años y que ya alquilándolo se pagaba solo. Les contesté. Me puedes garantizar que en 30 años nada va a cambiar? — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Es evidente que al que se ha comprado una licencia y se ha gastado 100.000 euros le fastidia que su inversión no sea tan rentable como esperaba, pero cada uno es responsable de sus propias inversiones. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Lo que no se puede hacer es tomar como rehenes a toda una ciudad porque tu inversión te ha salido mal. Yo, desde luego, cuando Uber llegue a Culleredo y Coruña, no volveré a coger un taxi. — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Pd. Cuando hablan de que uber explota a sus trabajadores... cuanto les pagan? Menos del 35% de la facturación? #PreguntaSeria — pablo franco abogado (@p_a_franco) 30 de xullo de 2018 Aunque una mayoría de tuiteros han aplaudido el relato del extaxista, otros muchos han criticado que es una visión sesgada del sector y que no se debería generalizar. Después de 13 años trabajando para el sector, creo que algo de los taxis también sé y te diré: Las licencias son locales, por lo que no generalices. A partir de ahí, cuenta tu experiencia pero no metas a todos en el mismo saco, pues todo lo que cuentas no es cierto. Te explico — Davinia PG (@davinniapg) 30 de xullo de 2018 Yo también trabajé mientras estudiaba en algo relacionado, y hay muchos puntos que, o no son ciertos, o allí es otro mundo.Por partes;1.En Barcelona, de trabajar en B nada; no sólo se controla el km y en base a ello se declara -y se obtienen el lucro cesante-. Además, el mini.. — EduStrife (@EduStrife) 30 de xullo de 2018 Últimamente me asombrada ver tantos pakistaníes conduciendo taxis en BCN(evidentemente no todos ellos pueden acceder a una licencia propia). Que no nos digan que Uber explota a sus trabajadores cuando los taxistas ya llevan tiempo haciéndolo... — o Caixa o Rauxa ꞁı*ıꞁ 🎗️ (@CanRauxa) 30 de xullo de 2018 Pues más clarito lo que ya se intuía (o se sabía), no se puede... Esto en una pequeña ciudad, con que en las grandes.... — Miguel A. Gonzalez (@Cuetos1969) 30 de xullo de 2018 Pertinentes reflexiones, experiencia y datos. Yo añadiría que no es legítima labor de gobierno hacer políticas para proteger modelos de negocio desfasados. El taxi como servicio público tenía sentido cuando era eso, servicio público, no como monopolio y protección corporativista — Jan Malinowski (@JMalinowskiR) 30 de xullo de 2018 Sea como fuere, lo cierto es que es probable que el debate en torno a este tema siga cogiendo intensidad en las redes sociales.