El pasado 26 de junio Greg Manteufel (48 años) llegaba a casa después de su tercer turno de trabajo encontrándose mal. Tenía vómitos y dolor en las piernas. Pensaron que sería gripe y se tomó unos analgésicos. Pero al día siguiente se levantó delirando, diciendo cosas sin sentido, sin poder apenas caminar y con diarrea.
Su hijo Michael se alarmó y lo llevó al hospital más cercano a su casa de West Bend, en Wisconsin (Estados Unidos). Cuando los médicos empezaron a examinarlo aparecieron moretones por todo su cuerpo y determinaron que los síntomas se correspondían con una infección sanguínea que no podían tratar allí, de modo que lo trasladaron a otro centro médico para recibir antibióticos y cirugía.
Los cirujanos comprobaron que los músculos de las manos y las piernas de Manteufel se estaban muriendo a causa de la infección. Había contraído una bacteria, la Capnocytophaga canimorsus, presente en la saliva del 74 % de los perros y el 57 % de los gatos.
Lucha a vida o muerte
En un 30 % de los humanos que la contrajeron ha llegado a provocar la muerte, pero Manteufel ha sobrevivido. Eso sí, le han tenido que amputar las piernas por debajo de las rodillas y ambas manos. Más de un mes después, según la información recogida por USA Today, todavía permanece hospitalizado y pendiente de más cirugías.
El hombre ha comenzado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos de cara a sufragar sus gastos médicos. Por el momento, lleva más de 50.000 dólares, la mitad de la meta que se ha puesto en la plataforma.