Que un niño llegue a este mundo es motivo de alegría, sin duda. Pero quizás, el trance de dar a luz, para la mayoría de las mujeres, no pasará al recuerdo como uno de los momentos más felices de sus vidas sino más bien lo contrario.
El dolor de un parto no se olvida fácilmente y menos se suele tomar con humor, pero está claro que todas las personas somos distintas. Un buen ejemplo de ello es Alicia Kaitlan, una estadounidense que se ha enfrentado con el mejor de los ánimos a 30 horas en el paritorio.
Embarazada de 40 semanas, prefirió no permanecer inmóvil durante la espera y, al contrario de lo que podría apetecerle a cualquier mujer en su situación, se puso a bailar por los pasillos junto a su marido Miller y parte del personal del hospital Manatee Memoria de Florida.
Grabaron la escena, la subieron a Facebook y el resto ya es historia viral:
Después de la larga y amena espera llegó al mundo su hija Tatum en la misma habitación en la que había nacido Alicia y, ya es coincidencia, con la ayuda de la hija del médico que la había traído al mundo a ella.