Se 'rompe' la vagina usando un vibrador y ahora tiene un sabio consejo para ti
En la Jungla. Tras meses de matrimonio sin sexo y un divorcio, Nadia decidió probar un vibrador por primera vez en su vida. Unas semanas después un misterioso dolor en la pelvis le llevó al médico.
8 agosto, 2018 10:11Tras un divorcio y meses de matrimonio sin sexo Nadia Bokody necesitaba un poco de marcha. Sin embargo, su situación emocional no le permitía intimar con otra persona. Así que decidió acudir a los siempre útiles vibradores. A sus 34 años nunca había probado uno, a pesar de que esta australiana escribe columnas de sexología y suele dar consejos sobre el uso de juguetes a otras mujeres.
"Era bastante raro tener una página web en la que daba consejos en clave positiva sobre sexo, incluyendo el uso de vibradores, y que nunca hubiera probado uno", explica. Así que hizo lo que hacemos todos antes de comprar algo: investigar por Internet, comparar precios -y tamaños en este caso-, hasta que se decidió por uno. Cuando lo probó... ¡Oh, Dios! ¡Lo tenía que haber hecho antes!
"Me obsesioné con él. Era muy fácil y muy rápido sentir placer con él después de meses sin sexo. Era increíblemente liberador y empoderador tomar control de mi sexualidad de esa forma por primera vez en mi vida adulta", confiesa.
Pero como todas las obsesiones, suelen acabar mal.
Del orgasmo a la cojera
Tras varias semanas usando (mucho) a su nuevo amigo, comenzó a sentir un dolor en la pelvis y pronto empezó a cojear por la oficina. Su mente era incapaz de realizar la conexión entre el uso del vibrador y el dolor -¿cómo iba a hacerme daño algo tan placentero?-, decidió ir al médico.
Lo primero que hizo el doctor fue un test de enfermedades de transmisión sexual que volvió completamente limpio. Entonces el doctor comenzó a realizar una serie de preguntas que hicieron que una bombilla se iluminase en la cabeza de Nadia. "Entonces me di cuenta de que el dolor era el resultado de usar demasiado mi vibrador. Era vergonzoso y divertido a partes iguales".
Entonces fue cuando confesó que lo usaba unas seis veces al día a máxima potencia. Se le rompió el amor de tanto usarlo. El médico le recomendó que se diera un respiro y que dejase descansar unos días a su nuevo amigo hasta que se recuperase.
Un sabio consejo para ti
La experiencia no ha hecho que se aleje de los juguetes sexuales. De hecho explica a The Mirror que ha comprado nuevos. "Los juguetes sexuales son geniales para explorar nuevas fantasías y sensaciones, tanto en solitario como con una pareja". Eso sí, tiene un consejo para ti:
"Lo más importante al probar algo nuevo es empezar con calma. Aprendí la lección de forma dura, no hay que poner el modo turbo en el primer intento... ¡y no dejarte llevar demasiado!". Sabiduría pura. Sabiduría pura.