Ponerse una canción en bucle en determinados momentos puede ser un bálsamo para mejorar nuestro estado de ánimo, pero cuando esa canción nos viene impuesta, suena continuamente y a un volumen ensordecedor, tenemos muchas posibilidades de volvernos majaras. No en vano, este constituye uno de los métodos de tortura que se siguen empleando en la actualidad.
Una comunidad de vecinos de la localidad de Sturovo, al sur de Eslovaquia, a punto ha estado de realizar una entrada masiva en un psiquiátrico después de 16 años escuchando todos los días un extracto de la ópera La Traviata cantado por Plácido Domingo que pinchaba una de sus vecinas.
Desde las seis de la mañana y hasta las diez de la noche la mujer torturaba a sus vecinos con la música a todo volumen a pesar de contar con una sentencia del Tribunal Supremo que ya le había prohibido poner esa música, recogen los medios locales.
Entre rejas por Verdi
Ante la pasividad de la mujer, que seguía con el recital a pesar de la condena del Tribunal, la policía la ha detenido. Sus vecinos, por primera vez en 16 años, han dejado de escuchar por el día ese fragmento de la ópera de Verdi que se les hacía "insoportable".
El comienzo de la afición de la mujer por atormentar con esta música surgió en respuesta a los ladridos del perro de un vecino que le molestaban, pero una vez muerto el animal La Traviata siguió sonando.
El juez instructor del caso, ante las amenazas de la mujer, decretó prisión preventiva. Sus vecinos lo han agradecido. Algunos describían su día a día asegurando que "no había ni un minuto de paz", mientras otros confesaban que "me encanta Plácido Domingo, pero no así".