Si tu sueño es trabajar en la NASA y consigues unas prácticas allí se nos ocurren mil maneras diferentes de celebrarlo, pero quizás pocas sean más torpes que la que ha llevado a cabo Naomi H. después de recibir la noticia. Porque, a decir verdad, en la era de las redes sociales conviene ser incluso más prudente que antes.
La mujer, imaginamos que eufórica, acudió a Twitter para gritarle al mundo la gran noticia. Eso sí, sus palabras no fueron las más adecuadas: "cállense todos la puta boca, me acaban de aceptar para unas prácticas en la NASA". Vale, Naomi, nos callamos.
Pero el que no se calló fue Homer Hickam, que le replicó por su lenguaje. El hombre -¡oh, sorpresa!-, es ingeniero aeroespacial, veterano de Vietnam y entrenador jubilado de astronautas para la NASA. Pero Naomi no contaba con ello y le espetó: "chúpame la verga y las pelotas, yo trabajo para la NASA".
No te metas con la persona equivocada
Y entonces llegó, un zasca que se escuchó en Marte: "y yo estoy en el Consejo Nacional del Espacio que supervisa a la NASA". Campana sonando, salseo tuitero del bueno y retuits por doquier hasta que Naomi decidió echarle el candado a su cuenta. La historia (y los pantallazos de la conversación), los ha recogido BuzzFeed:
La repercusión del intercambio de mensajes llegó hasta la NASA, que decidió que ya no quería a Naomi de becaria. Hickan publicó después una nota al respecto en su blog, que más tarde borraría, pero de la que también nos da testimonio el mismo medio.
En ella se desmarcaba del despido de la chica, pero explicaba que sí había estado propiciado por los mensajes. "El despido se debió a que el hashtag de la NASA que usaron sus seguidores llamó la atención de la Agencia mucho después de que mis comentarios desaparecieran", afirmó.
Añadió también que Naomi le pidió "una disculpa innecesaria que acepté sinceramente, al tiempo que le ofrecía la mía" y aseguró que "después de hablar con ella y mirar su CV estoy seguro de que merece un puesto en la industria aeroespacial y estoy haciendo todo lo posible". O sea, que Hickan, después de todo, la está intentando enchufar. Eso es tener buen ojo, chica.