Con solo 19 años, Maarten van der Weijden fue diagnosticado con cáncer, específicamente leucemia. Los médicos no eran particularmente optimistas, dado el tipo de cáncer y su juventud. El holandés era considerado una de las grandes promesas de la natación de su país, y aquello podía parecer que fulminaba cualquier sueño de gloria.
Pero no fue así. Maarten superó el cáncer y volvió a nadar en 2003 -dos años después del diagnóstico-, clasificándose para el Campeonato del Mundo de Aguas Abiertas que se celebró ese año en Barcelona y ganando otros tres campeonatos holandeses. Pero su gran momento llegaría en 2008, cuando ganó la prueba de 25 kilómetros en los mundiales de Sevilla y la medalla de oro de 10 kilómetros en los Juegos Olímpicos de Pekín.
200 kilómetros a nado por los canales holandeses
Ese mismo año anunció su retirada del deporte profesional, pero eso no quiere decir que haya estado sin hacer nada, y siempre se ha esforzado para reunir fondos en la lucha contra el cáncer. Este mes, ya con 37 años, se había propuesto un nuevo reto: recorrer los 200 kilómetros la Elfstedentocht, una marcha de patinaje que se celebra por los canales helados en invierno y que recorre buena parte del país:
Estaba previsto que el reto se cumpliese en tres días, realizando pequeñas pausas para dormir un poco. Sin embargo, a medida que avanzaba por los canales, Marteen se encontró un problema que no había previsto: la contaminación y la suciedad.
Este fue el motivo por el que se vio obligado a salir del agua cuando llevaba "únicamente" 163 kilómetros -más de tres cuartas partes del recorrido-, que logró cumplir en 55 horas.
Y las marcas que dejó el esfuerzo en su cuerpo son estremecedoras:
A pesar de no lograr el objetivo deportivo, el económico sí fue alcanzado, con una recaudación de más de 4 millones de euros, principalmente a través de sponsors que patrocinaron la carrera.