Twitter ha servido una vez más para visibilizar la realidad de un colectivo que, a pesar de los avances en materia de justicia social, sigue teniendo que sortear obstáculos a diario. Las personas LGTB han copado la red social con sus historias en primera persona, la mayoría de ellas muy crudas, haciéndonos ver que salirse de lo establecido sigue pagándose muy caro.
Adoptando el modelo del #MeToo, se han unido bajo el hashtag #MeQueer que inició un tuit del escritora alemán Hartmut Schrewe el pasado 13 de agosto. Violencia física, discriminación, rechazo de la familia y todo tipo de situaciones homófobas a las que desde hoy ya podemos ponerles nombres y rostros: