Viajar siempre tiene algo de aventura, aunque en ocasiones la cosa se puede ir un poco de madre. Eso fue exactamente lo que ocurrió en un autobús que cubría la ruta entre Algeciras y Madrid, un recorrido de 660 kilómetros de ocho horas. Al no haber baño, el conductor se vio obligado a hacer dos paradas. Y ahí es donde entra uno de los mayores del viajero: ir a comprar una chocolatina y que al volver no esté el autocar.
Y entonces comenzó una delirante rebelión de los pasajeros que se alzaron en armas contra el conductor: