Los niños son crueles, los niños son sensibles y los niños no son conscientes de las consecuencias que pueden tener sus actos. Este es un combo que puede llevar a casos terribles como el del niño de nueve años que se quitó la vida tras confesar que era homosexual.
El escritor Nando López, autor de Nadie nos oye’ y La edad de la ira, ha querido transmitir qué es lo que se siente cuando, por primera vez, te llaman "marica" por primera vez con apenas seis o siete años, una palabra que ni el agresor ni el agredido pueden entender. "Hay un fondo personal, por supuesto" explica a EL ESPAÑOL, "pero está escrito, sobre todo, a partir de la tristeza que me provocó la noticia y de los testimonios de los adolescentes que hoy en día leen mis libros. Chicos que en pleno 2018 me hablan de cómo este bullying homofóbico, que creemos que debería estar superado, sigue doliendo y sigue repitiéndose".
"Hay que hacer un triple trabajo: por un lado, apoyar a ese niño y decirle que es estupendo que sea como es, es decir, no prohibirle gestos, colores, juguetes, sino animarlo a mostrarse sin miedo", explica Nando. "Pero por otro lado, esto no sirve de nada si no se reeduca a todo el grupo: hay que explicar cómo duelen las palabras y trabajar, desde muy pequeños, la empatía. Necesitan entender el dolor que causan para aprender la verdadera dimensión de lo que dicen".
Pero... ¿cómo llega a saber un niño que no puede comprender qué es la sexualidad la palabra 'marica' y cómo puede ser usada de forma ofensiva? "Saben, por desgracia, que para mucha gente es un insulto. Lo oyen en la calle, en los medios, en sus casas. Con palabras como ‘marica’ o ‘nenaza’ reproducen la homofobia y el machismo que aún persisten. En primaria, el agredido no suele saber defenderse porque acaba de ser sexualizado sin siquiera entenderlo. Por eso digo que es esencial reeducar a las familias".