Ella quería hacer un curso de maquilladora, pero las personas que impartían la formación le convencieron de que mejor hiciese el de wedding planner y allá fue. Metida en faena, tocaba viajar para hacer una de las prácticas: simular una boda y hacer de novia. Los contrayentes llegaron incluso a firmar un documento, que la mujer pensó que formaba parte de la pantomima, pero cuando volvió a su casa de Hong Kong descubrió la verdad.
Se había casado con aquel hombre legalmente y ahora busca a la desesperada el divorcio. La historia la recoge la BBC, a quien el director del comité de la Federación de Sindicatos de Hong Kong, Tong Kamgyiu, explicó que esta es una nueva forma de fraude matrimonial para que el hombre consiga la residencia en esta zona administrativa especial de China.
La joven, de 21 años, acudió a las prácticas presenciales del curso a otra provincia china el pasado mes de julio y fue allí donde firmó el documento, que la empresa de daba el curso le aseguró que quedaría anulado en el acto. Fue al regresar cuando se percató de que no era así.
No sabe quién es él
"Su mayor pérdida es tener un récord de matrimonio fallido y el daño psicológico que le han causado, porque ni siquiera sabe quién es su marido y divorciarse va a ser muy complicado", aseguró Tong.
El mismo medio recoge que en Hong Kong hay un promedio de mil casos de estafas matrimoniales transfronterizas porque los residentes chinos que están casado con alguien de allí pueden solicitar su residencia en la ciudad.