Otro 'Spiderman-limpiacristales' indigna a los bomberos de Santander
En La Jungla. La imagen de un hombre subido a la ventana de un edificio para limpiar arduamente los cristales ha obligado a los bomberos a pedir prudencia a la población.
4 septiembre, 2018 10:17Spiderman era natural de Cantabria y, hasta ahora, no nos habíamos enterado. En pocos meses ya van tres personas en esa comunidad a las que han pillado jugándose el tipo para dejar los cristales y las persianas como una patena sin ser muy conscientes de que un resbalón podría ser mortal.
Al último de ellos, sin ir más lejos, lo ha captado un tuitero este pasado domingo en Santander. "Gente que vive al límite", señalaba Monty (@lmontoya) en su cuenta:
El nuevo #Spiderman de #Santander . Gente que vive al #limite pic.twitter.com/4Xl9p1Dwtl
— Monty (@lmontoya) 2 de septiembre de 2018
El cuerpo de Bomberos de Santander ha aprovechado ese mismo tuit este lunes para pedir precaución a los vecinos, preguntándose si merece la pena arriesgar tanto para tener limpios los cristales:
🚧PRECAUCION🚧
— Bomberos Santander (@BombSantander) 3 de septiembre de 2018
Seguimos pidiendo prudencia, no vale todo para tener limpios los cristales...
¿Merece la pena arriesgar tanto por ello?@cantabriaes@112Cantabria@061Cantabria@lmontoyahttps://t.co/W70dtnWVKW
Y es que el caso de los limpiadores de cristales cántabros que se creen superhéroes nos están dejando boquiabiertos. Primero fue la Spider-woman santanderina el pasado 9 de mayo:
Los Ríos (Sanander)
— Diegu San Gabriel (@DieguSG) 9 de mayo de 2018
📷 Mario pic.twitter.com/e61J4dC5ZR
Después, en el mes de julio, una limpiadora de Ajo también saltaba a la palestra por lo mismo:
Ajo, Cantabria. Acabo de tomar las fotos, pedimos explicaciones y: la recepcionista dice no saber nada, que piensa que "se le habrá ocurrido a la limpiadora", se ha negado a que nos reciba el encargado... son las ventanas del comedor del hotel, con clientes en las mesas. pic.twitter.com/DG8uVqAFup
— P.Santaella (@BebeLimones) 24 de julio de 2018
Esperemos que, de tener que volver a hablar de esto, no sea porque se haya producido una tragedia.