El campeonato de piscinazos de tripa es lo más doloroso que verás hoy

Piscina y verano son dos conceptos inseparables. Si eres un humano normal te has pasado los últimos dos meses dando brincos tierra-agua. Y es posible que alguno de ellos haya sido un panzazo, un impacto directo y plano de tu tripa con el agua. Es en momentos como ese en el que descubres que el agua no es tan blandita como parecía cuando nadabas grácilmente.

Y es que en vez de tirarnos de cabeza o de bomba, a veces nos da por ponernos creativos, creer que estamos en las olimpiadas y hacer un salto extraño que hace que nuestros huesos comprueben la densidad del agua.

Y si por algo brilla el ser humano en la época de Internet es la capacidad para convertir cualquier tontería en una competición. Y evidentemente hay quien ha pensado que los panzazos serían un gran espectáculo.

Y así se ha llegado a celebrar el campeonato del mundo de piscinazos, o como han bautizado ellos este deporte, Death Diving (que podríamos traducir "muerte por salto al agua"), que posiblemente sea el más doloroso del mundo.

La semana pasada se celebró en Noruega este torneo, que básicamente consiste en saltar desde un trampolín realizando la postura más absurda posible para acabar con un panzazo.

Aquí puedes ver los saltos finalistas:

Y aquí, algunos más, de este año y de ediciones anteriores:

Eso sí, para evitar daños mayores hay que saber hacerlo bien. Y es que se puede comprobar cómo los participantes, en el último momento, evitan caer directamente con la tripa y pasarse toda la tarde escocidos.

A los participantes se les valora por la velocidad de la carrerilla, altura y longitud del salto, las acrobacias, la dificultad, aguantar la pose al entrar en el agua, estilo y, obviamente, cuánto son capaces de salpicar.

Un deporte que puede tener un cierto riesgo

Como hemos dicho al principio, el agua no es tan blandita como parece, y un impacto contra la tripa a esa velocidad puede causar daños a órganos como el estómago, hígado o riñones. Es raro tener lesiones graves, pero el impacto de un salto desde 10 metros puede ser similar al de recibir un puñetazo, tal y como explica la BBC.

Las lesiones más graves en este tipo de saltos se suelen dar cuando no se es consciente de la profundidad del agua y se acaba golpeando el fondo. Pero lo más probable es que solo te pases toda la tarde con la piel escocida.