Tras el paso del huracán Florence por Estados Unidos algunas de las playas de Florida han recibido un inusual cargamento: fardos enormes de marihuana que contendrían varios paquetes de cinco kilos cada uno. Según los medios estadounidenses, la droga habría caído de alguna embarcación o avioneta que la transportaba a causa de las inclemencias meteorológicas.
Hasta ahí todo puede parecer más o menos normal; pero lo que se sale de la norma es el dilema moral en el que se han visto envueltos los bañistas que se han ido topando con la mercancía cuando iban a disfrutar de un día de playa en los arenales de de los condados de Flagler, St. Johns y Volusia, en la zona de Daytona Beach.
¿Me quedo con la marihuana o llamo a la policía? La oficina del sheriff del Condado de Volusia recibió el pasado jueves una llamada inquietante. La voz de una mujer, al otro lado del teléfono, relataba que "estamos en Jungle Hut y hay un gran fardo de droga en la playa, la gente se está peleando por cogerlo" y aseguraba que el combate se alimentaba de unas "siete u ocho personas".
Pillado con marihuana 'pescada'
La persona que alertó a los agentes también explicó que su padre "está intentando cogerlo para que ustedes puedan tenerlo todo". Cuando llegaron al lugar de los hechos, un hombre había logrado sacar uno de los paquetes de 5 kilos de hierba y lo había guardado en el coche, sosteniendo que estaba esperando para dárselo a la policía.
La jugada no le salió bien. El hombre de 61 años, Robert Kelley, fue arrestado y acusado de posesión de marihuana de más de 20 gramos. La marihuana medicinal es legal en el estado Florida, pero es ilegal para uso recreativo, tal y como recordó la portavoz del alguacil Anna Hackett.
Ahora, la policía busca a una misteriosa mujer con bikini amarillo que se habría llevado al menos uno de los paquetes, consiguiendo huir después. Desde la oficina del sheriff han recuperado unos 45 kilos de marihuana en dos días.
La droga comenzó a llegar a las costas de Florida este pasado fin de semana y no dejan de aparecer en los arenales de la zona. La capitana Tamra Malphurs, de la oficina del alguacil, afirma que este tipo de cosas ocurre algunas veces al año y no sabemos de dónde vienen".