En el mundo ocurren milagros inexplicables. Esas ocasiones en las que los astros se alinean de forma absurda. O también puede ser que esté todo preparado y que estemos ante un simple fake, quién sabe. Pero al menos el resultado es igualmente hilarante.
Cualquiera que haya circulado por una ciudad en la que están fallando los semáforos sabe que es casi un milagro que no ocurran más accidentes. De forma súbita, los conductores se convierten en una especie de equipo de natación sincronizada, entendiéndose únicamente con la mirada (o, en este caso, simplemente con mirar a los faros del otro coche).
Y no vamos a negar que en muchas ocasiones esta magia se rompe en el momento en el que llega alguien dispuesto a organizar ese armónico caos. En ese momento lo que era un perfecto baile coordinado se convierte en una loca anarquía.
O aún peor, algo como lo que podemos ver en esta ocasión:
Lo cierto es que es complicado saber si es real o falso, aunque tiene toda la pinta de ser un montaje -la baja calidad del vídeo puede ocultar cortes y disimular elementos introducidos por ordenador, como el vuelo del primer vehículo impactado por la policía-.
El hecho de que sea (posiblemente) falso no le quita valor como chiste. Al fin y al cabo todos nos hemos reído con chistes sabiendo que no son reales.