Cuando éramos pequeños, mirábamos al futuro con grandes expectativas. El año 2000 parecía una fecha mágica en lo que todo sería como de ciencia-ficción, en el que tendríamos sirvientes robóticos e iríamos de vacaciones a la Luna. Sin embargo, toda una vida después, el futuro no es futurista, como decían en Muchachada Nui, parece cine español.
A estas alturas esperábamos tener ya esclavos máquinas que nos sirviesen, pero de momento el tema va lento. Al menos no parece que nos vayan a exterminar en breve.
La cosa es que está claro que vivimos en la peor línea temporal posible:
Y es que está claro que algo salió muy mal:
Y es que la tecnología a veces nos tiende trampas mortales...
¿Pero sabéis quién saca bien provecho de las nuevas tecnologías? Exacto, los que disfrutan de las cochinadas...
Ahora piensa que el abuelo a tu lado en podrá estar viendo porno en un futuro ciberpunk:
Y suerte que no ves lo que tiene en casa:
Es que ya ni el sadomaso es lo que era...
Al menos ahora podrás sentirte en casa incluso en la playa:
Claro que la realidad virtual tiene peligros que nunca pensaste:
Orwell ya nos avisó de lo que venía:
Y los bailes ya no son lo que solían ser:
La parte buena es que los nuevos tiempos traen también nuevos trabajos. Como por ejemplo traductor de emoticonos:
Ni el arte se libra de las incidencias del futuro:
Pero al menos vivimos en un mundo con un simulador de reventar granos:
Y podemos disfrutar de Spotify en cualquier lugar. He dicho en-cualquier-lugar.
Que no todo iba a ser malo.