Cómodos, calentitos, baratos y combinables con casi cualquier cosa, los leggins llegaron a nuestros armarios para quedarse y solucionarnos el estilismo diario. Sin embargo, pueden pasar de ser nuestros mejores amigos a nuestra pesadilla más recurrente si cometemos el error de seleccionarlos con el color prohibido: el nude o, como se dijo toda la vida, el color carne.
Internet está lleno de ejemplos de lo que no deberíamos llevar nunca y este, sin duda, se lleva la palma. La imagen de esta pobre mujer, fotografiada de espaldas mientras hacía su compra en un supermercado, se ha vuelto viral en los últimos días. ¿El motivo? Parece que ha bajado a la calle como Dios la trajo al mundo:
De hecho, sus leggins color carne podrían pasar por sus propias piernas, algo que ha suscitado miles de comentarios en la red social. "Pensé que no tenía los pantalones puestos hasta que miré sus tobillos" o "pensé que estaba desnuda de cintura para abajo". Además, la niña que va sentada en el carrito también ha sido el blanco de las críticas por parecer demasiado mayor para ir sentada ahí. Aquí no se libra ni el Tato.
Sea como fuere, lo cierto es que esta mujer no está sola en el mundo. Y para muestra un botón:
Recordad, si no queréis volveros virales, nunca llevéis pantalones del mismo color que vuestra piel.